El fallecimiento de Jerónimo Saavedra, una de las personalidades más destacadas de la política canaria, ha generado una oleada de reacciones y reconocimientos a quien fue presidente de Canarias. Su figura será recordada en muchos lugares, pero en especial en la isla de La Palma.
La vinculación del político grancanario con la Isla Bonita viene de prácticamente toda su vida, ya que su madre era palmera y su abuelo fue el fundador de la Cruz Roja en la Isla. Además, tiene una casa en la Villa de Mazo. Saavedra es y será recordado allí por muchas cosas, pero sobre todo por su esfuerzo porque La Palma fuese sede de una Diputación del Común que presidió durante siete años, y por lo que fue nombrado en 2022 como Hijo Adoptivo de la isla.
Junto a la política, la cultura también corría por sus venas, y así lo demostró en La Palma. No solo impulsó 'La Palma, Festival Internacional de Música' dentro del Ciclo de Música que lleva su nombre, sino que en 2016 fue el coordinador escénico de la ópera Don Giovanni de Mozart dentro de ese I Festival de Música de La Palma que organizaba la Asociación Cultural Amigos Palmeros de la Ópera (ACAPO).
Mejor embajador de La Palma
El palmero Néstor Hernández, que fue concejal de Jerónimo Saavedra en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, afirma con rotundidad a Atlántico Hoy que Saavedra fue el mejor embajador de la Isla porque en cualquier lugar sacaba su orgullo de sentirse palmero. ''Era muy común escucharle hablar de sus vacaciones infantiles en La Palma, de cómo le marcó su primera Bajada de la Virgen, de la variada repostería palmera de buñuelos, rosas, etc. Él nos otorgaba a los palmeros calificativos como cultos y trabajadores. Una vez le dije que tal vez nos sobrevaloraba, y se enfadó''.
Hernández destaca que a Saavedra le gustaba recordar cómo la ilustración entró en La Palma antes que a las otras Islas, cómo llegó a contar con innumerables periódicos, sus astilleros o la proporción de palmeros en las universidades. ''Toda esta pasión le llevó hasta crear su particular refugio en la Isla, donde año tras año ampliaba sus estancias. Al final si querías quedar con él le tenías que preguntar dónde estaba, si en Mazo o en Vegueta'', recuerda.
Avalado por la historia y la pasión por La Palma, Hernández apunta que Saavedra no dudó en hacer sede de la Diputación del Común a Santa Cruz de La Palma, de igual forma que impulsó 'La Palma, Festival Internacional de Música' dentro del Ciclo de Música que lleva su nombre.
''Lo mejor que le define es una visita que realizó a Franceses o Gallegos, no recuerdo bien, este último verano. Me comentó que fue reconocido por un grupo de hombres y mujeres que se acercaron y le dieron las gracias por la creación de la "escuela". Y me dijo: ''Fíjate si es conciencia colectiva el valor que los palmeros le dan a la educación, y más de treinta años después siguen reconociendo el peso de las aulas y los maestros''. También estaba alegre porque terminó jugando una partida de cartas con los vecinos. Estaba con los suyos, era un hombre feliz y estaba en su casa'', cuenta. Para Hernández se va un grancanario, pero también un palmero ilustre, ''un humanista, hombre culto, cercano, dialogante, sereno y buena gente''.
''El mayor honor que he recibido en mi vida''
El Cabildo palmero reconocía en junio del pasado año a Saavedra como Hijo Adoptivo de la isla. El entonces presidente insular, Mariano Hernández Zapata, ponía en valor la larga vinculación de Jerónimo Saavedra con La Palma, así como su gran conocimiento del pasado reivindicativo de la isla.
En ese momento, el político afirmaba que era el mayor honor que había recibido en su vida. ''Con anterioridad he sido hijo predilecto de Gran Canaria y de la ciudad donde nací, pero La Palma era la otra parte importante para que yo esté aquí, por mi madre. Que me den este reconocimiento es un puente maravilloso de recuerdos, vivencias y de constante presencia de la isla en mi biografía'', señalaba emocionado.
Durante la primera legislatura, cuando se debatía la figura del defensor del pueblo a nivel autonómico, Saavedra defendió la denominación de Diputado del Común y su localización en la capital palmera como un recuerdo y homenaje a la primera ciudad del país que eligió democráticamente a sus primeros representantes municipales.
El sucesor de Saavedra como diputado del Común, Rafael Yanes, expresó su profunda tristeza ante la noticia. ''Nuestra comunidad no se entiende sin Jerónimo Saavedera. Fue un referente en la vida social y política de Canarias que deja un vacío difícil de cubrir''. En cuanto a su figura como diputado del Común, Yanes afirmó que llevó a cabo una importante tarea en la defensa de los derechos de las personas más vulnerables. ''Para mi fue un honor sustituirle, ya que siempre se mostró dispuesto a aconsejarme desde su reconocida experiencia y de capacidad de dialogo'', concluyó.