Así es la isla menos conocida de Canarias: aparece y desaparece y solo se puede ver desde un punto

La mágica historia de las Canarias nos regala una pequeña leyenda sobre la novena isla que merece la pena ser contada: esto es lo que debes saber

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Imagen de archivo del barrio de El Zumacal, en La Palma / BREÑA BAJA
Imagen de archivo del barrio de El Zumacal, en La Palma / BREÑA BAJA

La teoría sobre la formación de las Islas Canarias está rodeada de cierta incertidumbre, pero la hipótesis más aceptada sugiere que hace unos 20 millones de años, la placa africana se desplazó sobre un punto caliente en el Atlántico, moviéndose hacia el noroeste y dando origen al Archipiélago. Primero emergió Fuerteventura, con aproximadamente 23 millones de años, seguida por Lanzarote, que tiene unos 15 millones de años, y finalmente, El Hierro y La Palma, con 1,1 y 1,7 millones de años, respectivamente.

Aunque existen diversas teorías que explican la aparición de las ocho islas conocidas, hay una historia enigmática que no suele mencionarse: la leyenda de una isla fantasma, la novena, llamada San Borondón.

La novena (y fantasma) isla de Canarias

San Borondón es parte del folclore canario, pero durante siglos muchos creyeron en su existencia real —una isla ubicada cerca de El Hierro, en el extremo más occidental del Archipiélago—. Según antiguos escritos, esta isla aparece y desaparece, y en algunas de sus misteriosas manifestaciones incluso se dice que ha sido captada en fotografías.

El nombre de esta isla proviene del monje irlandés del siglo VI, San Brandán el Navegante, quien dedicó su vida a la evangelización de distintos pueblos. Según la leyenda, tras escuchar historias maravillosas sobre esta tierra mítica, se embarcó en un viaje que duró siete años en busca de la enigmática isla. Conocida también como La Encubierta, La Non Trubada, Encantada, Perdida, Aprositus o Inaccesible, San Borondón ha recibido múltiples nombres que resaltan su carácter legendario e indescifrable.

Esto es todo lo que sabe sobre la novena isla

En el siglo XV, los cartógrafos Toscanelli y Andrea Blanco delinearon su posible ubicación, y un siglo más tarde, el ingeniero militar y geógrafo Leonardo Torriani —al servicio de los reyes Felipe II, Felipe III y Felipe IV— describió su tamaño y posición basándose en los relatos de los navegantes de la época. San Borondón también figura en el Tratado de Alcazobas, donde se estipuló que esta isla, a pesar de su naturaleza mítica, pertenecía al Archipiélago Canario.

Por qué tiene una réplica en Argentina

Curiosamente, el nombre de San Borondón también llegó a Argentina, donde se encuentra la Bahía de Samborombón, denominada así durante la expedición de Magallanes. Se creía que esta bahía podría haberse formado debido a un desprendimiento de la supuesta isla de San Borondón.

La popularidad de esta isla legendaria también fue alimentada por los medios de comunicación. En 1958, el periódico ABC publicó una fotografía de lo que se afirmaba era San Borondón, tomada desde Los Llanos de Aridane, en La Palma. La imagen mostraba a dos niños bañándose en unos estanques, con la silueta de la isla misteriosa al fondo, lo que reavivó el mito de su existencia.