Cuando una isla es mágica se nota solo con poner un pie en ella. Algo así pasa con una de las que pertenecen al Archipiélago canario. Los que viven allí tienen suerte, al igual que los que han tenido o tienen el placer de visitarla y recorrer los senderos infinitos y los miradores de vértigo que se esconden en los diferentes rincones del territorio.
Así es la isla más mágica
La Gomera es una de las islas más pequeñas de Canarias —superada por La Graciosa—y ha sido catalogada por National Geographic como la más mágica y legendaria del Archipiélago.
No es de extrañar, su territorio limitado y sus joyas naturales escondidas la convierten en un entorno idílico para buscar serenidad, sosiego y huir de los baños de masas. El contraste entre los verdes de su naturaleza con el azul intenso del mar es hipnótico e invita a los visitantes a adentrarse en busca de lugares especialmente bonitos en sus 370 kilómetros cuadrados.
Rutas y senderos
La Gomera es una isla húmeda, condición que facilita la conservación de los bosques milenarios del Parque Nacional de Garajonay situado en el mismo centro de la Isla.
Tiene unas 4.000 hectáreas de barrancos repletos de flora y fauna, sobre todo de laurisilva. Los bosques están declarados como Patrimonio Mundial por la propia Unesco desde 1986, además toda la Isla es Reserva de la Biosfera desde 2012, pises por donde pises, todo forma parte de un espectáculo de la naturaleza y fruto de los volcanes que dejan en la orografía valles, muros y barrancos impresionantes.
Qué cosas ver en La Gomera
Uno de los atractivos más reclamados de la Isla son Los Órganos. Estas formaciones rocosas en forma de columnas de basalto de 80 metros sobre el agua bajo un acantilado que tiene 20 millones de agua solo se puede ver desde el mar.
Se trata del magma volcánico que se solidificó creando esa forma tan similar a un instrumento y que se puede apreciar desde el agua en una zona de la costa declarado Reserva Marina y en el que se pueden avistar cetáceos como cachalotes, delfines, calderón tropical, entre otras especies.
La gastronomía gomera
Para comer también hay tiempo, sobre todo para hacerlo en alguno de los establecimientos reconocidos por la Guía Repsol con uno de sus soletes.
- Casa Efigenia La Montaña: en Valle Gran Rey se esconde un tesoro culinario. Es el sitio favorito de Angela Merkel para degustar la comida típica canaria, algo bueno —o muy bueno— debe de ofrecer a sus comensales, como su reconocido puchero vegetariano.
- El Submarino: en San Sebastián de la Gomera. Una tasca que ofrece los mejores callos de la isla en compañía de buenos vinos.
- Caprichos de La Gomera: las manos de Fabián Mora son las creadoras de algunos platos tradicionales con aires contemporáneos, como el "caviar gomero" que hay que probar.
- La Chalana: en la Playa de Santiago. Ideal para degustar los sabores marinos y dejarse llevar por las surgerencias.
Las costumbres que sobreviven al tiempo
Aunque los orígenes exactos no se conocen con precisión, la teoría más extendida sugiere que los primeros habitantes de La Gomera eran bereberes de Ghomara. Estos primeros pobladores dejaron una herencia cultural rica, incluyendo el Silbo Gomero —ahora reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad—, el salto del pastor, y la elaboración y consumo de gofio y miel de palma.
Los sitios arqueológicos del Alto de Garajonay y la Fortaleza de Chipude proporcionan información valiosa sobre la historia de la isla, aunque lo ideal es visitar el Museo Arqueológico de San Sebastián de La Gomera para obtener un conocimiento más profundo. Además, la isla está llena de lugares envueltos en leyendas, como la historia de amor entre Gara y Jonay, así que es normal que National Geographic la sitúe en el mapa como la isla más mágica y legendaria.