Hace 20 millones de años, Lanzarote y Fuerteventura emergieron del mar y comenzó la formación del archipiélago tal y como hoy lo conocemos. Posteriormente surgió Gran Canaria, hace unos 15 millones de años, así como Tenerife y La Gomera, con una estimación de entre 10 y 12 millones de años. Por último, con tan solo uno o dos millones de antigüedad, se formaron La Palma y El Hierro.
Este proceso volcánico sigue su curso actualmente con episodios tan recientes como las erupciones de Cumbre Vieja en La Palma en 2021 o en El Hierro en 2011 bajo el Mar de las Calmas. Precisamente entre las dos islas canarias se localiza el punto caliente, esa zona de altísimas temperaturas sobre la que se va desplazando la corteza y que explica el proceso por el que surgieron las islas y su orientación este-oeste.
Según esta teoría las islas con mayor actividad volcánica serían las que se encuentran más cerca del punto caliente, es decir, las de la provincia occidental. Mientras tanto, en la provincia oriental, las erupciones deberían ser menos frecuentes, sin descartar posible episodios generados por actividad remanente. Pero esta norma que explica la disminución de la actividad volcánica conforme nos alejamos de la costa africana también tiene una excepción: La Gomera.
Un millón de años de descanso
Según explica el sismólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Itahiza Domínguez, a pesar de su cercanía con el punto caliente La Gomera es la isla menos activa de Canarias "dado que no ha tenido erupciones en un millón de años", lo cual explica que tenga barrancos tan pronunciados, uno de los indicios más claros de los procesos erosivos.
Tal y como muestra el mapa batimétrico, que recoge el relieve subacuático de las islas, los materiales erosionados van depositándose y conformando una plataforma visible en el contorno de Gran Canaria, Fuerteventura o Lanzarote, pero también de La Gomera, señala Domínguez. Por contra, tanto en Tenerife como en La Palma y El Hierro predominan los acantilados de manera que, muy cerca de la costa, ya hay grandes profundidades.
Medio siglo y 18 erupciones
En los últimos 500 años Canarias ha experimentado 18 erupciones volcánicas que en su mayoría se han concentrado en la islas occidentales debido a la cercanía del punto caliente. En cualquier caso, la datación de los materiales de las islas y los estudios sobre la periodicidad indican que cada isla se encuentra en una fase distinta del ciclo volcánico, que se caracteriza por periodos de crecimiento seguidos de largos parones.
Así, mientras Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria van envejeciendo a medida que se alejan del punto caliente, La Palma y El Hierro están en su primera etapa de crecimiento en la que se origina el escudo basal, mientras que La Gomera ya ha pasado esa fase y se encuentra inmersa, desde hace más de un millón de años, en el primer parón de actividad volcánica.
Finalmente, en Tenerife encontraríamos también una situación única ya es la única del Archipiélago enmarcada dentro de un segundo proceso productivo toda vez que ya cuenta con un escudo basal consolidado pero, al contrario que su isla vecina, ya superó ese primer parón de actividad volcánica, que ya dura más de un millón de años, en el que ahora mismo se encuentra La Gomera.