Investigadores predijeron cuánto duraría la erupción en La Palma 42 días antes de su fin

Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha publicado su estudio, que supone "un gran avance" en la capacidad de pronosticar la duración de futuras erupciones volcánicas

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Foto del volcán de La Palma, ganadora de los Canarian Photo Awards 2023./ Santiago Leonardo Rodriguez
Foto del volcán de La Palma, ganadora de los Canarian Photo Awards 2023./ Santiago Leonardo Rodriguez

Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha logrado predecir la duración de la erupción del volcán Tajogaite en La Palma (2021) con 42 días de antelación, a través del análisis de la presión del magma y las deformaciones del terreno. Este avance se ha publicado en la revista Geophysical Research Letters. 

Los resultados obtenidos representan "un gran avance" en la capacidad de pronosticar la duración de futuras erupciones volcánicas, uno de los mayores desafíos de la vulcanología contemporánea, según ha informado el CSIC en un comunicado. En el estudio han colaborado también la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y el Instituto Geográfico Nacional (IGN). 

Redes de vigilancia volcánica

El estudio resalta la importancia de interpretar correctamente los datos proporcionados por las redes instrumentales de vigilancia volcánica. Estas redes pueden detectar cambios minúsculos en la forma del terreno con una precisión milimétrica, proporcionando información esencial sobre la evolución del sistema de alimentación de una erupción.

En el caso de La Palma, la red de estaciones del Sistema de Navegación Global por Satélite (GNSS) del IGN permitió obtener una serie temporal “excepcional”. Esta, junto con el modelado conceptual realizado por el CSIC y la UPM, evidenció la disminución de la presión del magma a lo largo de la erupción.

Metodología y resultados

El proceso de ralentización de la contracción del volcán fue modelado y calibrado durante la erupción, permitiendo a los investigadores estimar el final de la deformación y, por ende, el fin de la erupción. Según Pablo J. González, investigador del grupo de volcanología del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC) de Tenerife, esta estimación se basó en la hipótesis de que el sistema de alimentación del volcán estaba cerrado, sin nuevas entradas de magma.

El análisis posterior del proceso de ralentización confirmó que la estabilización ocurrió entre 38 y 40 días antes del fin de la erupción. Además, la concordancia entre la velocidad de ralentización y el volumen de las lavas emitidas sugirió que la masa del sistema de alimentación se mantuvo constante durante la erupción, como explica María Charco, investigadora del Instituto de Geociencias (IGEO, CSIC-UCM) de Madrid.

Implicaciones para el futuro

Las conclusiones del estudio ofrecen parámetros cruciales para futuros estudios, como la proporción entre la pérdida de presión al finalizar la erupción y la sobrepresión inicial. Este valor podría ser fundamental para pronosticar la duración de futuras erupciones tanto en La Palma como en otros volcanes alrededor del mundo.

El pronóstico de erupciones volcánicas sigue siendo un gran reto científico. Aunque se han realizado avances significativos en la predicción del inicio de las erupciones mediante observaciones de sismicidad y deformación del terreno, la predicción de la duración de estos eventos ha sido más esquiva.

Importancia de la predicción de la duración de las erupciones

Conocer la duración de una erupción con antelación es crucial en el caso de erupciones efusivas como la de La Palma, donde los flujos de lava representan uno de los mayores peligros geológicos. Saber cuánto tiempo se alimentarán las corrientes lávicas permitiría prever su avance y mejorar la mitigación de riesgos, subraya el CSIC en su comunicado.

Esta nueva metodología y sus implicaciones marcan un paso importante hacia la mejora de los pronósticos volcánicos y la protección de las comunidades cercanas a volcanes activos.