La historia está escrita en libros, películas o en la memoria de cronistas y mayores. El pasado queda reflejado de muchas formas. Todas igual de dignas si se trata con el respeto que merece aquello que ocurrió sin hacer ningún mal. Las calles son otro lienzo donde el transcurrir de los años queda tatuado, pero a veces es difícil detectarlo. No todo el mundo tiene la capacidad que demostró Mónica Martel, una vecina del Cruce de Arinaga (Agüimes, Gran Canaria) cuando, convencida, advirtió de que conocía un antiguo cartel publicitario merecedor de ser rescatado. Como sospechaba, no estaba equivocada.
La mujer decidió ponerse en contacto con Insula Signa, una asociación que se dedica a rescatar, proteger y velar por los rótulos comerciales que han formado parte del imaginario colectivo en el Archipiélago con el objetivo de que no se pierdan en el tiempo. El logo de la Chistera —mítica sala donde Manolo Vieira sacó carcajadas a su público durante décadas— o el de Multicines Galaxy, en la capital grancanaria, son algunos ejemplos del patrimonio gráfico que han permitido conservar. El pasado viernes, sin entender de verano ni vacaciones, se pusieron de nuevo manos a la obra.
Historia
Jaime Medina, su presidente, atendió la llamada de Mónica y se desplazó con su equipo a la localidad del Cruce de Arinaga para comprobar la existencia de un cartel colocado en la década de los años 30 para publicitar el Nitrato de Chile —un abono muy popular de la época en el país latinoamericano que se promocionó por todo el mundo, sobre todo en Europa hasta que cerró allá por 1940 la empresa valenciana que los ejecutaba—. “No fue un hallazgo, sino un recuerdo”, exclama él en declaraciones a Atlántico Hoy.
Carteles así se llegaron a instalar cerca de 4.000 por toda España, de los que en la actualidad quedan 108 —en Canarias solo cuatro: Puerto de La Cruz, Granadilla de Abona, Santa Cruz de La Palma y el recién rescatado en Agüimes—. “Se hizo porque en esa época el monopolio casi mundial del abono de nitrato era por parte de Chile que tenía una gran producción”, detalla Medina. “Cada país hizo uno propio”, apostilla.
Azulejos agrietados
No tiene dudas de que es “un hito del diseño” al ser de estilo art-decó, un movimiento que estuvo de moda a principios del siglo XX. Fue ejecutado por un joven llamado Adolfo López-Durán Lozano en 1929 cuando era estudiante de arquitectura. Más tarde acabó siendo catedrático en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid y después fundó la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Las Palmas, de la que fue el primer director en 1973. Por lo que “hay una cierta relación de este hombre con la Isla”.
En el momento de tenerlo delante, el equipo de Insula Signa vio que estaba recubierto con una capa de pintura blanca —“que de alguna manera también lo estaba protegiendo”—, por lo que había pasado desapercibido. “Hemos visto al quitarla que hay numerosos azulejos que están agrietados”, comenta el presidente de la asociación. Para Medina, con el rescate que han ejecutado nada ha terminado. Al contrario, “ahora empieza todo” porque no se trata de una restauración: “Eso lo tienen que hacer profesionales, consistiría en reparar los daños que tiene y protegerlo para el futuro”.
Declararlo BIC
“Este cartel está hecho con una técnica que le llaman azulejos vidriado, está recubierto por un barniz brillante que lo hace como un cristal. Lo protege de la intemperie y de la lluvia. Esa capa se ha roto por numerosos sitios, por ahí va a penetrar el agua cuando llueva y eso con el tiempo a medio-largo plazo va a hacer que acaben cayendo los azulejos”, detalla.
“Nosotros lo que hemos hecho es sacarlo a la luz, pero estamos llamando la atención para que las administraciones tomen cartas en el asunto. Nosotros hemos hecho nuestra parte, que no nos correspondía a nosotros, y ahora hemos solicitado que se declare Bien de Interés Cultural (BIC)”, continúa.
"Estamos solos"
El presidente de Insula Signa se muestra muy decepcionado con las administraciones. “Una vez más”, dice, “comprobamos que prácticamente estamos solos en esto”. Cuenta con pesadumbre que rescatan los rótulos pero los tienen guardados en un almacén y “no tiene mucho sentido que estén ahí”. “La intención es que sigan siendo vistos por la gente y recordados en un lugar apropiado”, resalta.
“Nos encontramos con que las instituciones pasan olímpicamente de este patrimonio —señala que la excepción es Puerto de La Cruz, donde sí han encontrado contestación—. Con el cartel de Nitrato de Chile, fui a comunicárselo al Ayuntamiento de Agüimes y le pedí ayuda. No solicité dinero, sino logística para que nos presentaran un andamio o un operario. No me han hecho ni caso, ni se han dignado en responder”, afirma tajante.
La cara buena de la moneda es que se trata de un cartel más rescatado. Un elemento que, para Medina, es “historia e identidad” porque hablan del pasado del Archipiélago. “Nos están llegando felicitaciones de todo el mundo, incluso desde Chile”, sentencia.