El Cabildo de La Palma ha iniciado la instalación de 350 sensores de dióxido de carbono (CO₂) en Puerto Naos y La Bombilla, áreas aún afectadas por gases volcánicos tras la erupción de 2021.
Este despliegue de dispositivos, que comenzó la semana pasada con un primer grupo de 50 sensores y que se completará próximamente con otros 300, responde a la necesidad de monitorear los niveles de seguridad en la zona antes de permitir la reocupación de los espacios.
El presidente del Cabildo, Sergio Rodríguez, explicó que el proyecto apunta a recabar datos precisos que permitan valorar la posible reapertura gradual de los núcleos. Vecinos y propietarios de locales en Puerto Naos han solicitado avances en esta dirección, con la esperanza de que los sensores faciliten la identificación de áreas seguras.
Presencia de gases
La presencia de gases, especialmente CO₂ y otros contaminantes de origen volcánico, ha restringido el acceso a estos lugares desde la erupción, limitando las actividades en áreas urbanas y afectando la economía local.
Rodríguez afirmó que, de confirmarse la estabilidad de los niveles de CO₂, algunos establecimientos en Puerto Naos podrían reabrir en un corto plazo. Entre ellos, señaló una farmacia, un restaurante y una heladería ubicados en la avenida principal.
Asimismo, destacó que el Cabildo está trabajando en la habilitación de zonas comunes y garajes en edificios residenciales, una iniciativa clave para restaurar el acceso seguro para la población local.
Reactivación de la vida
Además de la salud pública, la reactivación de la vida en Puerto Naos y La Bombilla tiene relevancia económica, ya que ambos núcleos representan puntos turísticos importantes en la isla.
“Es fundamental avanzar en la reactivación de la actividad en estos núcleos cuanto antes, tal y como lo piden tanto vecinos como turistas”, enfatizó Rodríguez, subrayando que la reapertura segura podría brindar un alivio tanto a residentes como a visitantes que desean regresar a la zona.
El proyecto, que también involucra un análisis continuo de los resultados, permitirá a las autoridades locales ofrecer una respuesta informada ante las inquietudes y demandas de la comunidad palmera.
El avance de esta iniciativa podría marcar un paso significativo en la recuperación postvolcánica de La Palma y la rehabilitación de sus áreas más afectadas.