El portavoz en las Islas de la Asociación Nacional Infancia Robada, Ciro Molina, ha hecho un llamado a la Iglesia en Canarias para que realice un acto público de reparación hacia las víctimas de pederastia y asuma su responsabilidad civil por estos delitos, dado que la prescripción penal de los mismos ha tenido lugar.
Durante su comparecencia en el Parlamento regional, Molina, quien se identificó como "víctima y superviviente" de abusos sexuales por parte de un cura en 1997, denunció la falta de respuesta y justicia por parte de la institución religiosa.
Molina, que tenía solo 9 años cuando sufrió los abusos, presentó su denuncia en 2004. Sin embargo, su única respuesta por parte de la Iglesia fue el traslado del cura a otra parroquia, a pesar de que el sacerdote ya había sido señalado por casos similares en Vallehermoso, La Gomera. "Nos enfrentamos a un problema de extrema gravedad, una auténtica vergüenza que afecta a niños y niñas, ocasionando daños devastadores en su salud mental y emocional", alertó Molina.
Sistemáticamente ignoradas
El portavoz de la asociación subrayó que las víctimas de abusos, no solo en el ámbito religioso, han sido sistemáticamente ignoradas y desestimadas, lo que ha llevado a muchos a buscar refugio en drogas o, peor aún, a morir sin haber sido escuchadas. "Nadie está exento de ser pedófilo, y cualquiera puede ser víctima o agresor", advirtió, señalando que es hora de que los perpetradores sientan vergüenza y que el silencio cómplice que rodea estos crímenes debe romperse.
Ciro Molina también criticó la falta de acción por parte de la Iglesia y las instituciones, incluyendo al obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, quien, a pesar de conocer los abusos, continuó recibiendo reconocimientos públicos. "No podemos seguir honrando a quienes han encubierto estos delitos", exclamó ante los parlamentarios presentes, a quienes instó a implementar medidas concretas que incluyan un proyecto autonómico de ayuda a las víctimas, así como protocolos de actuación y programas de acompañamiento para la infancia.
Además, Molina propuso la creación de un estatuto para las víctimas de violencia sexual que les brinde acceso a apoyo psicológico y jurídico, así como información sobre los recursos disponibles. "El sistema ha fallado, y lo triste es que hayamos tenido que llegar hasta aquí para exigir cambios", lamentó.
Crear un observatorio
El portavoz enfatizó la necesidad de establecer un observatorio que centralice todas las cuestiones relacionadas con el abuso sexual infantil en Canarias, donde la diversidad de situaciones requiere un enfoque singular. También sugirió que el Parlamento de Canarias organice jornadas educativas sobre estos temas junto a las universidades del archipiélago.
En su intervención, Ciro Molina subrayó que la reparación solicitada por las víctimas no es un capricho, sino una obligación legal de acuerdo con las normativas europeas. Criticó a la Iglesia por su negativa a reconocer los abusos y su interpretación de estos hechos como un ataque a la institución.
"La cultura de silencio debe ser erradicada, y es crucial que los niños y adolescentes sepan que no están solos y que cuentan con el apoyo necesario", concluyó, instando al Parlamento de Canarias a ser un referente en la protección de la infancia, como lo fue en el caso de los bebés robados.