Un llanto inconsolable sacudía, cada pocos minutos, a Manolo. Sentado en la plaza de San Antonio Abad, acompañado de algunos vecinos y de sus dos perros —un joven labrador y un viejo carlingo al que la lengua le llega al suelo—, es testigo de como el fuego devora su casa, una de las más antiguas de la ciudad y que se levantaba en el punto exacto sobre el que Juan Rejón —el 24 de junio de 1478— levantó el fuerte que fundó el Real de Las Palmas.
Las llamas, que se podían divisar desde Triana, consumieron en cuestión de minutos el domicilio, ubicado en la intersección de las calles Montesdeoca y Audiencia. La alerta la dieron vecinos de la calle Mendizábal, alrededor de las nueve y media de la noche. Al lugar acudieron, de inmediato, dotaciones del cuerpo de Bomberos de la capital grancanaria y de la Policía Local.
Madera
El fuego fue controlado antes de la medianoche, aunque se siguió vertiendo agua sobre el inmueble al ser una construcción antigua y levantada —en buena medida— a partir de elementos de madera. La vivienda contaba con 103 metros cuadrados de uso residencial.
En la fachada principal de la casa, inhabitable después del siniestro, se puede leer una placa que conmemora el nacimiento de la ciudad. "En un frondoso palmeral, junto al río Guiniguada, se fundó en este sitio la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en el año 1478". 544 años después, Manolo no tenía anoche un lugar donde dormir junto a sus dos perros.