La cámara infrarroja DRAGO-2, desarrollada por el equipo de IACTEC-Espacio e integrada en el portador de satélites ION-SCV 007 Glorious Gratia de la empresa italiana D-Orbit, ya está orbitando la Tierra tras el éxito de su lanzamiento este martes a bordo de un cohete Falcon 9 de Space X. Según un comunicado del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC), la misión Transporter-6 de SpaceX despegó sin contratiempos a las 14:56 UT desde la plataforma 40 de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida (EEUU).
Hasta la sala de seguimiento del lanzamiento, que se instaló en el espacio multipropósito del edificio de IACTEC, en el Parque Tecnológico de Las Mantecas (La Laguna, Tenerife), se acercaron estudiantes, familias, medios y personal de este centro de investigación para seguir la puesta en órbita de la cámara infrarroja.
DRAGO-2 y DRAGO-1
DRAGO-2 (Demonstrator of Remote Analysis of Ground Observations), el segundo instrumento desarrollado íntegramente en IACTEC-Espacio, es una cámara espacial que opera en el infrarrojo de onda corta y que está diseñada para la observación de la Tierra.
La fundamental mejora de DRAGO-2 frente a DRAGO-1, que se puso en órbita hace dos años y que resultó un gran éxito, es la resolución de su cámara. “Pasamos de 300 metros por cada píxel a 50 metros por cada píxel”, explica Alfonso Ynigo, ingeniero de sistemas en IACTEC-Espacio. Y aclara: “Con DRAGO-1 veíamos un área de unos 190 kilómetros, con una foto bien encuadrada podías ver Tenerife y Gran Canaria; con DRAGO-2, si nos centramos en el Teide, veremos el pico del volcán y parte de La Orotava, pero con mayor detalle. Será como si hiciésemos zoom”, agrega según la nota de prensa.
Un primer paso
Para Rafael Rebolo, director del IAC, estos dos primeros instrumentos desarrollados íntegramente en Tenerife que mirarán hacia la Tierra desde el espacio solo son el primer paso. El equipo de IACTEC Espacio trabaja ahora en el desarrollo de VINIS, un nuevo instrumento para observación de la tierra, más sofisticado, que incluirá observaciones en múltiples bandas del rango visible e infrarrojo. Este telescopio espacial observará la Tierra con una resolución mucho mayor, de tan sólo 5 metros por píxel.
Después de DRAGO-1 y DRAGO-2, el futuro es no solo desarrollar instrumentación para satélites, sino dar el salto a lanzar el primer microsatélite canario para observación de la Tierra, llamado ALISIO, que “deberá estar en condiciones de volar a principios del año que viene”, anticipa Rafael Rebolo. Este satélite incluirá una cámara DRAGO-2 y un módulo de comunicaciones ópticas. “Pero nuestra ambición es tener pequeños observatorios que miren al cielo desde el espacio”, apunta el director. Tras ALISIO, está previsto el lanzamiento de IACSAT, el primer telescopio espacial del IAC, dedicado totalmente a la observación astronómica.