La Audiencia de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a 18 años de prisión y al pago de 50.000 euros y de los gastos médicos a un hombre acusado de lesiones agravadas y agresión sexual a una amiga que residía en una infravivienda en Güímar.
La Sala no acepta el cambio de calificación que planteó la Fiscalía en la última sesión del juicio al descartar que se estuviera ante un delito de lesiones, por lo que aumentó la petición de penas de 5 a 14 años por intento homicidio, más otros 15 por agresión sexual.
El condenado conoció a la víctima por medio de su compañera sentimental y cómo ésta tenía un problema en el piso compartido en el que estaba le ofreció irse a vivir a esta especie de cabaña sin luz ni agua a cambio de que la arreglara, a lo que él se ofreció a ayudarla. En un momento dado surgió una pelea entre ellos porque a raíz de una tormenta resultaba imposible transitar la carretera con su 4x4, de manera que le pidió que le devolviera 50 euros que le había adelantado para comprar agua.
Ataque con piedras
La mujer también comenzó a sentirse acosada por los comportamientos del hombre y así se lo transmitió a la esposa de ésta, lo que causó otro desencuentro entre ambos. Finalmente, una madrugada del mes de octubre de 2022 lo acusa de haber entrado en su vivienda, golpearla con una piedra, intentar estrangularla y violarla para después pedirle perdón y ofrecerse a hacer lo posible para que se curase.
Los peritos ratificaron que las heridas de la denunciante eran compatibles con haber sufrido un ataque con piedras y puñetazos. Los facultativos consideraron que la supuesta agresión pudo haber causado una hemorragia cerebral pero no hubo riesgo de muerte dado que no se llevó a cabo con la fuerza suficiente.