En lo que va de año se han producido más de una decena de conatos e incendios. Tres de ellos en Los Realejos, otro en la Presa de Soria, uno en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente y en el Parque Nacional del Teide, además de los más recientes en La Palma y Gran Canaria.
Como cada verano, cuando los incendios forestales son más peligrosos y recurrentes sale la duda milenaria: ¿es necesario tener una base y varios hidroaviones en Canarias?
La realidad de los aviones anfibios
Los aviones anfibio, comúnmente conocidos como hidroaviones, tienen un coste más que elevado. Contar con un medio de esas características no es precisamente barato. "La compra de un hidroavión más el mantenimiento de las bases ronda los 40 millones de euros", explica el ingeniero forestal Roberto Castro, de Proyecto Fénix Canarias. "Con esos 40 millones, teniendo en cuenta lo que cuesta el modelo de helicópteros que tienen ahora mismo los cabildos, podrían comprar ocho helicópteros", asegura.
Y es que 40 millones son muchos millones. "No solo se pueden comprar helicópteros. Imagina la cantidad de tareas de formación y divulgación a la población que se pueden llevar a cabo para evitar que incendios como este se produzcan", dice Castro.
Practicidad en las Islas
Los helicópteros son un medio más efectivo teniendo en cuenta la orografía de Canarias. "El helicóptero puede pararse prácticamente encima de donde estén trabajando las cuadrillas y allí poder arrojar el agua que lleva en el bambi. Un avión tiene que hacerlo a una distancia mucho mayor por distintas razones; por la orografía un avión no se puede meter en un barranco, pero un helicóptero sí", explica el ingeniero forestal. "Los hidroaviones trabajan muy bien en las zonas de cresta cuando son zonas muy llanas donde el avión puede hacer un vuelo completamente horizontal, pero muchas veces los incendios se producen en zonas más complejas y ahí intentan operar los helicópteros", incide.
Según Castro, los helicópteros son mucho más efectivos y prácticos para atajar los incendios forestales. "En el caso del último incendio de Gran Canaria los helicópteros salieron de la base de Artenara y tardaron entre cinco y 10 minutos en llegar al conato y recargaban agua en unos depósitos a un kilómetro de distancia. Entre descarga y descarga pasaban apenas siete minutos", calcula el ingeniero forestal. "El helicóptero echa 400 o 500 litros de agua y hace su recarga. En el caso del hidroavión por mucho que pueda echar 4.000 litros de una sola vez, tendría que estar bajando hacia un puerto. El avión tiene que hacer una maniobra mucho más amplia: bajar al mar para recargar y después sube, puede tardar hasta media hora entre descarga y descarga y no se puede acercar tanto como un helicóptero", asegura.
¿Qué hubiera pasado?
"Aunque hubiesemos tenido 20 aviones anfibios no se hubiese parado el actual incendio", recalca el ingeniero forestal. "El incendio empezó por la noche, tiene un potencial tan grande que por mucha agua que se le hubiese echado no había nada que hacer" y afirma que la única manera de evitar incendios como este "es que se gestionasen los bosques. Tenerife tiene un problema muy grande de densidad por los pinares que se repoblaron en exceso hace 40 o 50 años y es un auténtico polvorín".
Para Castro, la solución no es tan fácil como comprar hidroaviones y tener una base en Canarias. "Es muy complejo. Intentamos combatir ese mensaje tan fácil y demagogo de los hidroaviones que parece que es la única solución. La solución es compleja, podemos invertir en helicópteros, en mejorar la gestión forestal, pero es preferible que esos 40 millones que costaría un avión anfibio se puedan repartir entre esa baraja de posibilidades".
Más recursos, menos hidroaviones
Que tener hidroaviones disponibles en Canarias es 100% efectivo "es falso" según el ingeniero forestal que colabora en el Proyecto Fénix Canarias. "Lo crítico en un incendio es poder atajarlo en la primera hora. Un helicóptero lo puedes tener en 10 minutos".
Por otro lado "un hidroavión por todo lo que conlleva, mover a la tripulación, despegar, recargar, tarda muchísimo más tiempo y los helicópteros en esa primera hora pueden estar generando un montón de descargas. Cuando el incendio llega a una zona donde ya puede operar un hidroavión comienza su trabajo, pero no en todos los incendios se requiere un hidroavión", concluye Roberto Castro.