Un incidente de consecuencias gravísimas ha tenido lugar este viernes en el centro penitenciario Las Palmas II. Cuando los funcionarios de servicio en ese departamento, a la hora indicada en el horario regimental se preparaban para realizar el cierre de celdas en el turno de tarde, dos de los internos allí presentes, hermanos y de nacionalidad colombiana, intentaron apuñalar a un tercer interno con el que presentaban discrepancias. En ese momento y ante los hechos relatados, el resto de internos del departamento, armados con varios pinchos carcelarios, cuchillas y palos partidos de los útiles de limpieza, comenzaron una pelea multitudinaria con la única intención de “ajustar cuentas mediante el ojo por ojo”. Gracias a la pronta intervención de los funcionarios y la profesionalidad mostrada una vez más por estos, se pudo resolver la crítica situación que se vivía, instando a los internos a entrar en sus celdas y, de este modo, consiguiendo realizar el cierre de departamento a la mayor brevedad posible.
Según ha podido conocer Atlantico Hoy, una vez que los internos protagonistas del incidente se encontraban en el interior de sus celdas y carecían de la posibilidad de generar nuevas situaciones de riesgo multitudinario se procedió al traslado de los hermanos al departamento de aislamiento. En ese momento, ante la decisión tomada por la gravedad de los hechos que habían tenido lugar, desde el interior de otra de las celdas, ocupada por dos internos de la misma nacionalidad que los anteriores, en base a lo que ellos denominaban compañerismo, comienzan a golpear la puerta, ventana y mobiliario del interior de la celda en la cual se atrincheraron, de nuevo, con pinchos y cuchillas mientras alentaban al resto de internos a secundarles en una especie de motín en contra de los funcionarios allí presentes entre gritos de: “¡esto es la guerra!”.
A aislamiento
Para dificultar las acciones de los trabajadores, los dos internos colombianos, inundaron de agua y jabón el interior de la celda para provocar que los empleados públicos no pudieran acceder a ellos y, que de hacerlo, resbalaran quedando indefensos en el suelo para poder acometer contra ellos con las armas que portaban. Varios funcionarios han resultado heridos.
Por el riesgo que supuso la situación para la integridad de los propios internos (cortes autolesivos, pérdida de sangre, posesión de objetos con los que seguir autolesionándose) fue necesario, una vez se personaron el número suficiente de funcionarios para realizar la intervención, entrar en la celda, reducir a ambos reos y proceder a su traslado al departamento de aislamiento tras prestarles la atención médica y curas necesarias para su salud.