Grand Prix ha vuelto y aunque los pueblos de Canarias se ha quedado fuera de la competición en la pequeña pantalla la esencia de las Islas ha estado presente gracias a una de las presentadoras: Michelle Calvó.
Desde que se emitió el primer programa en 1996, los más de 30 millones de espectadores que lo han seguido han disfrutado de 11 ediciones, 125 programas, la presencia de 250 padrinos y del duelo entre 238 pueblos.
De Canarias a TVE
Michelle Calvó, de 31 años, pasó su infancia en Tenerife. Es actriz de profesión, y el de anoche, fue su debut como presentadora en la televisión. Antes de la nueva experiencia formó parte del reparto en series como Madres, Amor y vida, Entrevías, Desaparecidos o Amar es para siempre y películas como El club de los incomprendidos, entre otras producciones.
Ahora, la actriz, nacida en Madrid pero criada en Tenerife, afronta un nuevo reto diferente y enriquecedor que seguro le dará un nuevo escaparate de cara al futuro.
Canarias en el Grand Prix
Un pueblo del archipiélago estuvo cerca de conseguir la participación en el programa. Se trata de San Juan de la Rambla, el primero en ser preseleccionado para participar en los duelos pero que finalmento no tuvo la suerte de acudir a la batalla televisiva.
Los primeros dos pueblos españoles en enfrentarse han sido Colmenarejo, de la comunidad de Madrid y Alfacar, de Granada. Aunque la última prueba estuvo reñida, fueron los granadinos los que se alzaron con una victoria con 27 puntos frente a los 19 de los adversarios. El siguiente programa reunirá un pueblo de Galicia y un pueblo de Castilla-La Mancha.
Novedades en el concurso
Entre las novedades, nuevas pruebas que incluiyen gymkanas, como la Guardería y Escala como Puedas, en las que estará presente el dinosaurio, uno de los nuevos protagonistas del programa, los Ki-monos, Alicia en el País de las Caidillas, el Perrito Piloto y uno de los grandes platos fuertes, la mítica prueba de las Manos, que volverá pero en forma de Pingüinos.
Y otra novedad que no ha pasado desapercibida es la ausencia de la vaquilla, que ha sido sustituída por una supervaquilla, un disfraz por el que compiten los dos pueblos y que pueden usar como comodín en ciertas pruebas.