El consejero de Política Territorial, Cohesión Territorial y Aguas del Gobierno de Canarias, Manuel Miranda, ha calculado que son necesarias inversiones por 3.900 millones de euros para acometer las obras hidráulicas previstas en los planes hidrológicos insulares, de los que se han aprobado seis, a falta de culminar el de La Palma.
Miranda, en una comparecencia parlamentaria, ha pedido el apoyo de todos los grupos parlamentarios para conseguir la financiación del Estado en las infraestructuras hidráulicas de interés general, a la que de momento se niega el Gobierno, aunque ha admitido que la administración autonómica y las locales también deben contribuir en su justa proporción.
El consejero ha denunciado que el Gobierno ha incumplido el protocolo firmado en 2018 para materializar a través de convenios con la Comunidad Autónoma inversiones en 186 actuaciones en infraestructuras hidráulicas (el 60% de ellas en saneamiento y depuración) hasta 2029 por 915 millones de euros. La materialización de ese protocolo forma parte de los acuerdos que firmó CC con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez, pero el Ejecutivo "no ha cumplido", por lo que Miranda insistió en que todos los grupos parlamentarios apoyen al Gobierno regional en esta demanda.
Retraso en la planificación
Estas obras son urgentes ante la sequía, el retraso en la planificación (que atribuyó al anterior gobierno canario), las infraestructuras obsoletas, el aumento de la población y el elevado riesgo de ser sancionados por la UE, abundó.
La posición del Ministerio de Transición Ecológica cuando se le ha reclamado el cumplimiento del acuerdo "ha sido decepcionante", porque alega que las dos partes tienen que aportar dinero según establece la Abogacía del Estado para poder firmar un convenio. "El Estado debe hacer aportación" y Canarias tiene las competencias en planificación y programación de las obras hidráulicas, defendió Miranda.
A esta situación se suma la incertidumbre sobre la continuidad en el próximo año de la partida presupuestaria de 20 millones de euros para obras hidráulicas, que de todos modos es "el chocolate del loro" frente a las necesidades de casi 4.000 millones.