Las ciudades son agotadoras. Tráfico, gentío, asfalto, y ruidos. Así no hay quien desconecte, ni quien descanse. Por eso cada vez más personas buscan la tranquilidad de los pueblos, ese encanto rural donde no entra el hormigón ni la prisa y el tiempo pasa más despacio porque se disfruta más. Y así sucede que, paradójicamente, son los urbanitas que huyen de las ciudades en sus días de descanso quienes han hecho que los pueblos estén de moda.
Si nos ponemos técnicos la ONU define pueblo como la localidad en la que se aglutinan al menos 5.000 habitantes entre núcleo y zonas contiguas, además de contar con una densidad de población mínima de 300 habitantes por km2. Dichos parámetros seguramente sean más aplicables a localidades continentales que insulares ya que en Canarias existen pueblos célebres que no encajan en esta definición.
Aunque oficialmente su población es de 4.936 habitantes, con una densidad en torno a la mitad del límite establecido, la localidad tinerfeña de Gararchico es el pueblo canario más buscado en redes según un ranking del portal Holidu. Durante los dos primeros siglos tras la conquista de Tenerife fue capital comercial de la isla por el cultivo y exportación de caña de azúcar hasta que la erupción del Volcán Trevejos o de las Arenas Negras en 1706 sepultó la hasta entonces floreciente villa.
Patrimonio arquitectónico
Localizado en la comarca de Isla Baja, Garachico ocupa una superficie de 29,28 km2 con más de la mitad de su territorio cubierto por pino canario y un paisaje volcánico que es testimonio de su historia. Además presume de un rico y muy bien conservado patrimonio arquitectónico de los siglos XVI y XVII, como el Monasterio de la Inmaculada Concepción, que no fue afectado por la erupción.
Además del Monasterio, la villa cuenta con otros monumentos declarados Bienes de Interés Cultural como el Convento Franciscano Nuestra Señora de Los Ángeles o el Castillo de San Miguel, además de todo el Conjunto Histórico de la Villa y Puerto, categoría concedido en 1916 por Alfonso XIII.
Del azúcar al plátano
En la zona de costa de este municipio se encuentran fincas extensas dedicadas al cultivo del plátano donde en los inicios de la historia de la villa se ubicaban los cultivos de caña de azúcar. Por otra parte, en la zona de medianías del municipio encontramos una agricultura de autoconsumo con pequeñas propiedades.
Asismismo cuenta con un puerto deportivo de reciente construcción junto al casco histórico, que convive con playas de callaos y arena negra y pequeños acantilados. Por último destacan las piscinas naturales de El Caletón, una de las zonas de baño más populares en las que podemos darnos un baño con vistas al roque al que la tradición oral atribuye el nombre de Garachico, formado a partir de la raíz guanche 'igara' (isla) y el calificativo 'chico'.