Los centros educativos de Canarias deberían ofrecer, desde infantil y en especial a los adolescentes, formación afectivo sexual ante el incremento de la violencia machista el último año en un 12 % en general y en un 33 % en los menores, defiende la pediatra y profesora de la Universidad de La Laguna Marta Díaz.
Esta pediatra es una de las impulsoras de la web previogen.com, que proporciona materiales educativos en abierto que pueden ser utilizados tanto por los centros escolares como por los padres, con contenidos relativos a la violencia de género, la violencia sexual y la igualdad. "El objetivo consiste en crear un mundo más seguro, justo e inclusivo para todos", destaca en una entrevista con EFE.
El efecto de la pornografía
Marta Díaz aboga por una formación que actualmente no se ofrece de forma generalizada en los centros educativos frente a la información que buscan los jóvenes en internet, que puede mostrarles un modelo de sexualidad que "no es real ni deseable" y en el que el hombre domina a la mujer.
Este "circulo vicioso" de machismo que se puede observar en la pornografía solo se puede "romper" con educación y formación, advierte la pediatra, quien va a ponerse en contacto con representantes de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias para presentarles la web, que cuenta con el apoyo de la Universidad de La Laguna, la Fundación Cajacanarias y la Fundación La Caixa, con el objetivo de darles herramientas a los profesores.
Hablar de afecto y sentimientos
Todo ello para que la educación afectiva sexual no se resuma a una charla cuando son adolescentes, sino que esté presente en el aula de forma transversal desde pequeños, cuando con pocos años empiezan a interesarse por su propio cuerpo y comparan su sexo con el opuesto.
A su juicio, uno de los aspectos más importantes es hablar del afecto y los sentimientos en las relaciones, "lo que nunca van a encontrar en la pornografía", y también hacer educación en la nueva masculinidad que deje de lado los patrones clásicos asociados a este género.
El feminismo
Para esta pediatra, que cuenta con una trayectoria de más de 30 años en estudios de investigación clínica, que incluyen programas de intervención educativa en adolescentes, las mujeres han avanzado gracias al feminismo mientras que los hombres que se han quedado "estáticos" y "en su papel más tradicional" ven en este progreso una amenaza y banalizan la violencia.
De esta forma, ha continuado, han surgido los movimientos antifeministas que utilizan el entorno digital para difundir su mensaje y ridiculizar a las mujeres, denuncia Díaz, quien, no obstante, percibe un cambio en los últimos años, cuando ha visto a muchos padres acudir a la consulta de pediatría, lo que antes normalmente solo hacían las mujeres
"Yo creo mucho en los movimientos ciudadanos, considero que con las quejas colectivas se pueden conseguir cambios", manifesta la profesora universitaria, al tiempo que insiste en que para acabar con el machismo y para que las consciencias se despierten es necesaria la educación afectivo sexual.
"Pobre" educación
Marta Díaz ha participado esta semana en las jornadas 'Menores y nuevas tecnologías. Adicciones, pornosocialización, salud mental y conducta infractora' que han congregado durante dos días a un grupo de especialistas en esta temática en Santa Cruz de Tenerife.
En su ponencia no solo ha hecho referencia a "la pobre" educación afectivo que reciben niños y adolescentes, que acuden a las redes sociales para informarse sobre este tema, sino también ha alertado sobre la hipersexualización de las mujeres cada vez desde edades más tempranas y ha denunciado los movimientos antifeministas que están cobrando cada vez más protagonismo.
Uso responsable de las tecnologías
Todo ello ha desembocado en un incremento "importante" de la violencia contra las mujeres, que en su opinión debe ser tratado como un problema de salud pública.
Además, ha abogado por el uso responsable de las tecnologías, ya que considera que prohibir es una medida ineficaz y, de nuevo, ha hecho hincapié en la educación cuando, según las encuestas, el 89 % del los menores admiten haber visto porno.