La Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife pedirá, durante el juicio que tendrá lugar la próxima semana en la Audiencia Provincial, seis años de cárcel y una indemnización por daños morales de 5.000 euros al acusado de abusar de la hija de un amigo, de cuya hermana era además padrino. El Ministerio Público considera que a raíz de la confianza que tenía con la menor en una ocasión, cuando se encontraban los dos solos en una finca, le dijo que se agachara para darle de beber a un becerro, momento que aprovechó para ponerse detrás de ella y llevar a cabo diversos tocamientos.
Luego le pidió que se sentara sobre una de sus rodillas y le enseñó varias fotografías en las que aparecían chicos y chicas desnudos, manteniendo relaciones sexuales, entre las que amplió una en particular y le preguntó si le gustaba. Acto seguido la denunciante entró en el domicilio para contarle lo ocurrido a su hermana y volvió a la cuadra para que el acusado no sospechara nada y de hecho este persistió en su actitud, pidió a la menor que se acerca asegurándole que no le iba a hacer nada pero la inmovilizó entre él y un coche.
Abuso sexual
En ese momento comenzó a hacer diversos movimientos y le subió la camiseta hasta el cuello para tocarla y darle besos en el cuello. La menor se encontraba atrapada por su atacante y no pudo huir hasta que no apareció su hermana. Desde ese día, la niña sufra ataques de ansiedad, pesadillas recurrentes y tiene miedo a que le hagan daño. Además, presenta trastorno por estrés postraumático crónico y está siendo tratada como terapia psicológica desde la denuncia, tanto de manera individual como grupal.
La Fiscalía concluye que se trataría un delito continuado de abusos sexuales a menor de 16 años, por lo que pide la imposición de las mencionadas penas, a las que se añadiría la prohibición de aproximarse a la víctima a una distancia de medio kilómetro y de comunicarse con ella a lo largo de once años. En caso de ser condenado debería participar en programas de educación sexual y quedaría inhabilitado para cualquier profesión, oficio o actividades que conlleven contacto con menores durante una década.