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Sociedad

La Fiscalía pide un año y medio de cárcel para un canario por insultar a sus vecinos homosexuales

Pide el pago de una multa de casi 2.000 euros, prohibición de comunicarse con los denunciantes de cualquier forma durante dos años y de ejercer una labor educativa o deportiva por cuatro años superior a la que se le imponga de prisió

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Juzgados de Santa Cruz de Tenerife, donde se instruye el 'caso Mediador'. / Europa Press

La Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife sentará la próxima semana en el banquillo de los acusados a un vecino de la capital al que pide un año y medio de cárcel, multas y responsabilidad civil al considerarlo autor de un delito de odio y otro de amenazas por la condición sexual de dos vecinos.

El Ministerio Público pide el pago de una multa de casi 2.000 euros, prohibición de comunicarse con los denunciantes de cualquier forma durante dos años y de ejercer una labor educativa o deportiva por cuatro años superior a la que se le imponga de prisión.

Por el delito de amenazas leves tendría que abonar 550 euros y por ambos cargos hacer frente a la responsabilidad civil que se determine en ejecución de la sentencia en caso de que sea condenatoria. El Ministerio Público considera que el acusado, “guiado por el ánimo de degradar y menospreciar” a los denunciantes, ha venido profiriendo “de forma continuada y pública” todo tipo de expresiones contra los mismos por su condición sexual.

Algunos presuntos hechos

El desencuentro se sitúa en la realización de unas obras por parte de éstos, cuando proclamó en voz alta para que lo escucharan los demás “ya están los maricones dando…” cuando taladraban la pared. Desde entonces, cada vez que el procesado se encontraba con sus vecinos, les lanzaba besos a modo de burla al tiempo que les llamaba "maricones de…”, y con la misma intención de denigrarles cuando coincidía con alguno de ellos les espetaba "ahí va la rubia”.

En una ocasión mientras los perjudicados preparaban la fiesta de cumpleaños de su sobrina en la terraza, el acusado alzó la voz desde su casa diciendo: ”Ya los maricones tienen fiesta, nos van a volver locos los mariquitas éstos”, expresión que lanzó con la intención de que todos los vecinos la escucharan y de esta forma, atentar contra la dignidad personal de los denunciantes.

Durante las fiestas navideñas mientras uno de los perjudicados se encontraba en la terraza de un bar con su hermano y un vecino, el acusado comenzó a entonar una canción que decía "que a los godos les den por el … y a los maricones más”.

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