Si pensamos en las cosas que no pueden faltar en una fiesta de pueblo, quizás lo primero que nos viene a la cabeza son los puestos de comida o autobares. La papona --papa asada--, los perritos calientes o las hamburguesas son un clásico al que muy poca gente se resiste cuando va a cualquiera de las actividades programadas, como pueden ser las verbenas.
Como ya se sabe, la pandemia marcó un antes y un después en muchos sectores, y a pesar de la recuperación tras esta crisis la subida de los precios ha vuelto a hacer mella. De estas subidas de costes se están viendo afectados varios feriantes de Tenerife, quienes denuncian "las prácticas ilegales de algunas comisiones de fiestas a la hora de adjudicar una plaza para un puesto de comida y bebida" con unas cantidades, aseguran, que ascienden en muchos casos "hasta 2500 euros por dos o tres días de fiesta, sin ningún criterio ni base, y que la mayoría de los feriantes no llegan a recuperar el valor aportado".
Santiago, presidente del Colectivo de Feriantes de Canarias (COFERCA), explica a Atlántico Hoy que desde hace tiempo "algunas comisiones de fiestas están abusando del gremio" y afirma que a veces les resulta inviable acudir a una fiesta porque les piden "entre los 1500 y los 2000 euros por tener su puesto unos tres días, cuando antes costaba alrededor de 500 o 600 euros".
"No nos salen a cuentas"
Asegura que debido a esta situación muchos de sus compañeros han tenido que dejar de ir a fiestas de pueblos, sobre todo de zonas costeras y el sur de Tenerife, ya que "no les sale a cuentas" el gasto que tienen que hacer. Denuncian además que en algunos caso se alcanza la especulación. "Los precios han alcanzado un precio abusivo que incluso nos piden hasta por adelantado. No tenemos otro modelo de vivir, y estamos hablando de una subida de más de 1000 euros. En algunas ocasiones se hace incluso una subasta y nos preguntan cuánto dinero ofrecemos. Somos personas que trabajamos desde por la mañana hasta por la noche, y no tenemos otro sustento que este", apunta Santiago.
El colectivo de feriantes ha exigido, a través de un comunicado al que ha tenido acceso Atlántico Hoy, "que las cuotas sean justas y proporcionadas, sin trabajar a perdidas y de manera legal, para no tener perjuicios con la Hacienda Tributaria, ni con las administraciones públicas". De hecho denuncian "la negativa por parte de algunas comisiones de aportar facturas de las empresas, artistas y colaboraciones que participan en los actos, para justificar el pago que aporta el empresario ya que en muchas de las ocasiones se duda si el dinero es utilizado para dicho fin". Según ellos "no es posible que una fiesta que dura dos días cueste más de 15.000 euros, en muchos de los casos entre quioscos y auto bares solemos ser seis o siete, y si cada uno paga 2500 euros, no nos salen las cuentas", subrayan.
Para ellos "el deber de la comisión de fiestas siempre ha sido el de recaudar entre los vecinos, empresas del municipio, empresas externas y entidades locales, el dinero para efectuar la fiesta. No es lógico que la mayoría de dinero lo aporte el colectivo de feriantes, como ya hemos comentado anteriormente, asfixiándolos económicamente. Por ley, el empresario solo se debe pagar la tasa local al ayuntamiento por la utilización privativa del suelo de dominio público, que nada o poco tiene que ver con los cánones exigidos por parte de las comisiones", añaden.
En muchos casos no lo gestiona el ayuntamiento
Aunque se tiende a pensar que es una gestión que por lo general la realizan los ayuntamientos, lo cierto es que en muchos casos, principalmente en los pueblos, son las comisiones de fiestas las que ponen o negocian dicho precio con los feriantes. Tal y como explica a este medio el portavoz de una comisión de fiestas de un pueblo del norte de Tenerife, al ser una zona pequeña las fiestas duran unos 3 dias y normalmente cuentan con un solo puesto de comida y se negocia dicho precio para que se instale en las fiestas.
"Todo depende de dónde sea la fiesta. En algunos casos los ayuntamientos son los que ponen el precio, pero en algunas zonas son las comisiones las que lo negocian o lo ponen directamente. En el caso de mi pueblo, como somos un sitio pequeño costaría alrededor de 200 o 300 euros, pero si es cierto que todo ha subido de precio. Ahora es más caro contratar orquestas, el sonido, etc...", apunta.