En 1890, se levantó el faro es el más antiguo de Canarias y ha sido testigo de la transformación de su entorno durante más de un siglo. Hoy en día, sigue cumpliendo su función original de guiar a los navegantes, pero también se ha convertido en un atractivo cultural y turístico en el corazón de una de las reservas naturales más importantes del Archipiélago.
En el extremo sur de una de las ocho islas, entre un vasto desierto de dunas y una bulliciosa zona turística, se alza uno de los símbolos más emblemáticos del archipiélago que —sin duda alguna— merece la pena visitar.
Historia del Faro de Maspalomas
La construcción del Faro de Maspalomas comenzó en la década de 1880 y se completó en 1890, bajo la dirección del ingeniero Juan León y Castillo, uno de los grandes pioneros de la ingeniería en Canarias. Su inauguración tuvo lugar el 1 de febrero de 1890, y desde entonces su luz ha servido como guía a los barcos que navegaban entre Europa y América, una ruta crucial en la época. El faro era la única construcción visible al final de un extenso mar de arena que se extendía desde lo que hoy es Playa del Inglés hasta el Oasis de Maspalomas.
Tiene una altura impresionante de casi 55 metros, lo que lo convierte en una de las construcciones más altas de Canarias de su tiempo. Su estructura de sillería gris y su linterna de 3,7 metros de diámetro le confieren una robustez y elegancia que han perdurado a lo largo de los años. Su luz tiene un alcance de 19 millas náuticas (35 kilómetros), lo que lo convierte en una pieza fundamental para la navegación en las costas del sur de la isla.
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De faro solitario a centro cultural
Aunque el entorno del faro ha cambiado drásticamente desde su inauguración, su majestuosidad y significado histórico se mantienen intactos. Durante gran parte de su existencia, el Faro de Maspalomas fue una construcción aislada, rodeada únicamente por las interminables dunas y el inmenso océano. Sin embargo, hoy se encuentra en pleno centro de una concurrida zona turística, con paseos, tiendas, restaurantes y bares a su alrededor. Lo que antes era un lugar remoto, ahora es el punto de encuentro de miles de turistas y locales que disfrutan de las vistas y de la vibrante vida que lo rodea.
Con el avance de la tecnología, la automatización ha llegado a los faros, lo que ha permitido que el edificio anexo al faro, que antiguamente servía como vivienda para los operarios, sea reconvertido en un centro cultural y museístico. Este espacio ofrece a los visitantes la oportunidad de conocer más sobre la historia del faro y de Gran Canaria. Aunque la torre del faro sigue en funcionamiento y no es posible visitarla, el resto del complejo está abierto al público.
El museo etnográfico en su interior muestra un recorrido por los últimos cinco siglos de historia de la isla, desde la época prehispánica y la conquista española hasta la evolución de Gran Canaria en tiempos modernos. También se exponen imágenes históricas del faro y su entorno, antes de la llegada del turismo masivo, cuando Maspalomas era una región agrícola dedicada, entre otras cosas, al cultivo de tomates.
El entorno natural: dunas, lagunas y senderos
El Faro de Maspalomas no solo es un símbolo de la historia marítima de Canarias, sino que también se encuentra en uno de los entornos naturales más espectaculares de la isla. El Parque Natural de las Dunas de Maspalomas, una vasta extensión de arena dorada que se extiende hasta el mar, rodea al faro y ofrece un paisaje único en el archipiélago.
Una de las actividades más recomendadas para los visitantes es recorrer el sendero que parte desde el faro y se adentra en el impresionante paisaje de dunas y lagunas. Este sendero, de baja dificultad y unos siete kilómetros de ida y vuelta, permite disfrutar de la belleza natural de la zona, mientras se siguen los pasos de quienes han recorrido este lugar a lo largo de los siglos. Las dunas, moldeadas constantemente por el viento, ofrecen un escenario cambiante y fascinante, ideal para los amantes de la naturaleza y la fotografía.
El sendero también pasa cerca de la Charca de Maspalomas, una laguna que sirve de refugio para numerosas especies de aves migratorias. Este espacio protegido es un punto clave para los observadores de aves y para quienes disfrutan del contacto directo con la fauna local. Al final del recorrido, el Oasis de Maspalomas proporciona un respiro a los caminantes, con su vegetación y su cercanía al mar.
El faro como símbolo turístico y cultural
En la actualidad, el Faro de Maspalomas es mucho más que una estructura funcional para los navegantes. Se ha transformado en un ícono turístico y en un lugar de referencia para los visitantes de Gran Canaria. Su integración en una de las zonas más turísticas de la isla, junto con la creación de un centro cultural en su interior, lo han convertido en una parada imprescindible para quienes desean conocer más sobre la historia y la cultura local.
Los turistas que llegan a Maspalomas no solo disfrutan de las playas y los paseos comerciales, sino que también encuentran en el faro un rincón lleno de historia y significado. Aunque la torre sigue en operación y no puede ser visitada, el museo en el edificio anexo es un excelente punto de partida para quienes quieran sumergirse en el pasado de la isla. Las exposiciones ofrecen una perspectiva única de cómo era la vida en Gran Canaria antes del desarrollo turístico, mostrando imágenes y objetos que reflejan la transformación de la región.
¿Qué visitar en Maspalomas?
Maspalomas, situada en el sur de Gran Canaria, es uno de los destinos turísticos más populares de la isla, conocido por sus impresionantes paisajes, playas y actividades para todos los gustos. Aquí te dejamos una lista de los lugares que no puedes perderte si visitas esta zona:
- Dunas de Maspalomas: Este vasto campo de dunas de arena dorada es uno de los paisajes más icónicos de Canarias. Declarado reserva natural, es ideal para caminar y disfrutar de las vistas panorámicas que ofrece este pequeño desierto junto al mar.
- Reserva Natural de la Charca: Un oasis en pleno desierto, esta laguna rodeada de vegetación es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza. Es un área protegida donde se pueden observar aves migratorias.
- Playa de Maspalomas: Una playa extensa y tranquila con aguas cristalinas, ideal para tomar el sol y relajarse. Está situada junto a las dunas, ofreciendo un ambiente único.
- Aqualand Maspalomas: Para quienes buscan un poco de diversión en familia, este parque acuático es una opción fantástica, con atracciones para todas las edades.