El Colegio de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife defiende que los médicos puedan prescribir el servicio personalizado de dosificación de medicamentos a pacientes vulnerables y polimedicados, ya que por ahora se presta de forma voluntaria en las farmacias.
¿Cómo funciona?
Con esta iniciativa, explica el secretario del Colegio, Francisco Miranda, el farmacéutico dispensa la medicación pautada por el facultativo en un pastillero desechable. Una vez la persona culmine su tratamiento, la caja se devuelve al establecimiento sanitario para que el profesional supervise qué ha sido tomado.
El Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Santa Cruz de Tenerife ha conseguido la adhesión voluntaria de cerca 300 farmacias de las 390 que están asociadas, pero anhela fortalecer y proteger este servicio personalizado con su prescripción médica a través del Servicio Canario de Salud.
Pequeñas dosis
“Hay medicamentos que son imprescindibles, pero por su toxicidad requieren dosis en microgramos. Si te pasas, en vez de curar, produce el efecto contrario. El paciente se despista, y tenemos un problema”, defiende Miranda en una entrevista con EFE.
Este profesional justifica la necesidad de la medicación personalizada a pacientes desde la farmacia como una vía para la gestión sostenible del futuro que se tendrá, con una sociedad más envejecida y menos profesionales sanitarios.
Prevención
“Estamos ante una sanidad muy reactiva y poco preventiva”, añade Carlos Díaz, tesorero del Colegio, que defiende la necesidad de “invertir dinero” para ver las mejoras en la sanidad de la población a largo plazo y, además, ahorrar costes.
Y en ese camino, el Colegio de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife y el Servicio Canario de Salud han articulado este verano un sistema que avisa a farmacéuticos, como si de un “chivato” se tratase, de la primera vez que un médico prescribe un medicamento al paciente.
Explican desde la entidad que esta propuesta busca “una dispensación más informada”, sobre todo con medicamentos importantes y que precisan de una forma de uso que no es tan evidente, como ocurre con los tratamientos con insulina, inhaladores y heparinas.
La iniciativa se verá impulsada, de nuevo, en septiembre, con la puesta en marcha de una campaña electrónica que ofrecerá a las farmacias información digital —en forma de vídeos y folletos— para que sea remitida al paciente a través de sus dispositivos electrónicos.