El presunto asesino de la joven paraguaya Romina Celeste Núñez, su marido Raúl Díaz, ha salido este viernes de la cárcel de Lanzarote al cumplirse el tiempo máximo de prisión preventiva a la espera de juicio (cuatro años) para indignación de la familia de la víctima, que teme que se fugue.
Díaz ha abandonado la cárcel de Tahíche, en Arrecife, cargado con dos bolsas y una caja con sus pertenencias sobre las 9:45 horas, justo el día en el que se cumplen cuatro años desde que fue enviado a prisión preventiva como presunto autor de delitos de homicidio, malos tratos, lesiones, profanación de cadáver y simulación de delito, el 13 de enero de 2019.
El asesinato de Romina
Romina Celeste fue asesinada el 1 de enero de 2019 en su casa de Costa Teguise. Raúl Díaz, su marido, reconoció ante el juez que quemó su cuerpo, lo descuartizó y lo arrojó por diferentes puntos de la costa de Lanzarote. Hasta la fecha, siempre ha negado haber cometido el asesinato, sostiene que se encontró a su mujer ya muerta al regresar a casa y se asustó porque Romina ya lo había denunciado en varias ocasiones por malos tratos.
La Fiscalía reclama una condena de 20 años de cárcel y asegura que, durante su relación con Romina Celeste, Díaz ya la había maltratado: el 8 de agosto de 2018 en un hotel de Arrecife, cuando la propia joven denunció ante la Policía que la había "golpeado en repetidas ocasiones", y el 29 de diciembre de 2019, ella se presentó de madrugada en el Hospital de Lanzarote con lesiones. Sin embargo, ningún médico llegó a verla aquel día, porque Díaz acudió al centro sanitario y se llevó a Romina antes de que eso ocurriera. Cuarenta y ocho horas más tarde, perdió la vida.
No se ha recuperado el cadáver
El cadáver de Romina Celeste Núñez nunca se recuperó, lo que impide a las acusaciones ser más precisas sobre cómo la mató su marido. Pero sí se recuperaron algunos restos de tejido que el mar devolvió a la costa, identificados gracias al ADN, circunstancia en la que se basan los cargos de homicidio.
El Juzgado número 1 de Arrecife dio por terminada la instrucción del caso a mediados de diciembre de 2019, al año de ocurrir los hechos, y emplazó a las partes a solicitar la apertura de juicio oral. Sin embargo, desde entonces han pasado tres años más sin que se haya puesto fecha al juicio ante Jurado, en los que ha cambiado el juez instructor y la defensa ha presentado numerosos recursos.
Atraso en el juicio
El 13 de enero de 2021, al cumplirse dos años de su detención, el juez al cargo del caso ordenó que Raúl Díaz siguiera en la cárcel de Tahíche "el tiempo que fuera necesario" hasta que se fijara la vista oral, pero señalando ya como límite el 13 de enero de 2022, cuando se cumplieran los cuatro años que como máximo autoriza la ley para retener en prisión a un ciudadano sin someterlo a juicio.
Por eso, ayer jueves, la Audiencia de Las Palmas ordenó que fuera puesto en libertad provisional sin fianza, aunque con algunas cautelas: se le ha retirado el pasaporte, tiene prohibido salir de España y debe comparecer en los juzgados todos los lunes.
Riesgo de fuga
En un videocomunicado, la abogada de la familia de Romila, Emilia Zaballos, cuestiona esas medidas por insuficientes. "Ante las penas de 25 a 30 años a las que se enfrenta, el riesgo de fuga es alarmante, es altísimo, esto es un sufrimiento más para la familia, que no puede cerrar el duelo y ahora recibe este duro golpe", critica la abogada. "Asó en la barbacoa a su mujer, la descuartizó y distribuyó por los acantilados de Lanzarote todos sus restos", recuerda Zaballos.
La familia de la víctima, añade la letrada, está "muy molesta, porque no puede ser que un procedimiento que tiene prioridad en su tramitación" se dilate tras una instrucción y una investigación policial "impecables y hechas en tiempo récord" por "causas absurdas", derivadas entre otras cosas de los cambios de juez.