Una familia completa de refugiados afganos ha llegado a El Hierro en un cayuco mauritano junto a otros 63 pasajeros de origen asiático, sorprendiendo a los servicios de emergencia, quienes esperaban la habitual procedencia africana de estos migrantes. La familia, formada por un hombre, dos esposas y sus siete hijos, ha relatado a las autoridades canarias su viaje de dos años tras huir de Afganistán en 2021, tras el regreso al poder de los talibanes.
Después de moverse durante meses dentro de Afganistán, lograron salir hacia Irán, donde permanecieron medio año. Su camino continuó por África, pasando tres meses en Guinea y otros tres en Mauritania antes de embarcar hacia Canarias en un cayuco el 9 de octubre, acompañados de 53 pakistaníes y 12 jóvenes de Senegal, Mali, Mauritania y Gambia.
Nuevas rutas
Este es el segundo cayuco en menos de un mes que llega a El Hierro con más de 50 migrantes de origen asiático, lo que ha generado preocupación en las fuerzas de seguridad. La posibilidad de que rutas típicas del Mediterráneo y los Balcanes hacia la UE se estén desviando hacia Mauritania y Canarias ha impulsado a las autoridades a iniciar una investigación exhaustiva.
La situación ha recordado un caso judicial reciente en el que la Audiencia de Las Palmas condenó a tres años y medio de prisión a un ciudadano bangladesí que admitió su participación en una red de tráfico de migrantes asiáticos a través de la Ruta Canaria. Según la sentencia, esta mafia organizaba la llegada a Canarias de migrantes de Bangladés y Pakistán desde países como India y Emiratos Árabes, cobrando alrededor de 13.000 euros por persona.
Costos elevados
El informe judicial reveló que la red operaba desde Mauritania, donde se embarcaba a los migrantes en neumáticas y cayucos hacia Canarias. Entre 2021 y 2022, tres barquillas con migrantes asiáticos y subsaharianos fueron interceptadas, en algunos casos con más de 50 personas a bordo. Estos datos contrastan con los recientes desembarcos en El Hierro, donde las cifras de migrantes asiáticos son notablemente más altas, lo que sugiere una nueva tendencia en el flujo migratorio hacia Canarias.
El arribo de esta familia afgana y otros migrantes asiáticos podría señalar el comienzo de un cambio en las rutas migratorias, desafiando aún más la capacidad de Canarias para gestionar y responder a este fenómeno.