Canarias prevé un aumento de viajeros en el transporte por la gratuidad de las guaguas y el tranvía desde enero de 2023. El Gobierno de Canarias y los cabildos ya han dicho que necesitarán unas 130 guaguas para hacer frente a la demanda. Una situación, que provocará que el mercado se tense, sobre la que se manifiesta Juan Ignacio Jiménez, director de expansión y sostenibilidad del grupo Rivera —empresa dedicada a la comercialización de vehículos que ha estado en negociaciones con administraciones de las islas—.
“Las administraciones tienen que correr un poquito”, afirma Jiménez, quien explica que es importante que el Gobierno, los cabildos o los ayuntamientos tengan en consideración que van a tener que hacer una previsión de fondos para cumplir con los plazos. “Si no salen a concurso, no van a tener un suministro relativamente rápido”, apostilla.
Los dos consistorios que han sacado licitaciones recientemente para comprar más guaguas han sido el de Santa Cruz de Tenerife, con Titsa, y el de Las Palmas de Gran Canaria mediante Guaguas Municipales. El ayuntamiento tinerfeño adjudicó este martes el contrato que había licitado para adquirir guaguas 100% eléctricas. Un lote que tiene un valor de 17,1 millones de euros y plazo de llegada de once meses, lo que podría retrasarlo hasta octubre de 2023. Cuenta que en el resto de Tenerife hay otros ayuntamientos que lo están gestionando a través del Cabildo y que han podido saber por los técnicos de Titsa que en su momento a los trabajadores les comentaron lo de la renovación de flota.
Mueven ficha en Titsa
Debido al aumento de la demanda que está a la vuelta de la esquina, el director de expansión y sostenibilidad del grupo Rivera relata que en Tenerife tienen intención de ampliar la flota, para lo que han tenido consultas con Titsa, que está “moviendo ficha para sacar licitaciones y poder cubrir la necesidad”. La empresa tienerfeña pretende desde hace un tiempo de renovar la flota, pero Jiménez dice que “intentará aguantarla un poco más y sacar nuevas licitaciones para complementar con esos nuevos vehículos hasta que la situación se vuelva a regularizar”.
Sobre esos trámites, Jiménez tiene clara cuál es la prioridad: “Lo más urgente ahora mismo, quizás, es empezar el trámite para los presupuestos que necesitan”. Ahora se empieza con la fase operativa y “un concurso público siempre tiene mucha demora en los trámites administrativos”. Insta a las administraciones a planificar lo antes posible la compra para “reforzar un poco la flota que se tenga asignada en este momento y cumplir las expectativas”.
Otras fuentes del sector dicen que si los cabildos necesitan guaguas deberían sacar licitaciones lo antes posible para que fueran entregas reales en 2023. Porque lo que antes eran mínimo 8 meses, ahora por los desabastecimientos de las marcas los plazos se han ampliado algo. Un proceso de licitación puede durar 12 meses.
Licitaciones desiertas
Gran Canaria cuenta con Guaguas Municipales para el transporte urbano en la capital y con Global para el transporte interurbano por toda la geografía de la isla. En el caso de Guaguas Municipales, hace meses que tiene abierta una licitación de 25 vehículos (dividida en tres lotes) que ha sido anulada hasta en dos ocasiones. El plazo de ejecución del contrato también es de once meses y sigue sin adjudicarse. Por su parte, en Global “han adquirido vehículos nuevos”.
“Es verdad que no todas las licitaciones que se han publicado podían ser asumidas por las marcas y han salido desiertas porque la fabricación de vehículos no se adaptaba mucho a la posibilidad de suministro que teníamos las diferentes marcas”, explica Jiménez. Algo que tiene relación con lo expresado el pasado 17 de noviembre por el consejero de Obras Públicas, Transporte y Vivienda, Sebastián Franquis, sobre que les parece bien la medida de la gratuidad de las guaguas, pero, al mismo tiempo, esta "plantea una serie de dificultades que ya se han puesto sobre la mesa”.
Vehículos diésel vs. eléctricos
Uno de los motivos principales por el que las licitaciones se están viendo frenadas es por el cambio de necesidades de las administraciones y de las compañías suministradoras. “Es verdad que hay una coincidencia con la necesidad que se tenía en temas de sostenibilidad con la situación actual de requerimiento de vehículos”, dice Jiménez, que agrega que en los concursos las marcas no tienen todos los modelos que se solicitan.
El director de expansión y sostenibilidad de Rivera asegura que antes algunas marcas tenían disponibles vehículos diésel en algunos modelos y ahora ya no cuentan con ellos porque la fábrica ha optado por el vehículo eléctrico, todo en un momento en el que “se ha probado y se ha visto que es posible, eficaz y rentable”. Esto ha derivado en descartar el diésel siempre que el eléctrico “tenga la autonomía suficiente para dar el servicio que requieren los operadores”.
Aumenta el coste
Hilado a este cambio de necesidades se abre paso el aumento de precios. “Hay concursos que se habían establecido con un presupuesto inicial previsto, pero la diferencia inicial varía”, argumenta Jiménez. Al respecto, apostilla que “a lo mejor un vehículo de doce metros en diésel podría tener un valor de unos 300.000 euros y un mismo vehículo eléctrico tiene un valor de 500.000 euros”.
Las partidas de las licitaciones se están reconfigurando porque “no se puede ofertar para perder dinero”, dado que “los fabricantes, como todas las empresas, quieren tener algún beneficio”. Jiménez garantiza que “en muy breve tiempo se volverá a sacar el concurso con las modificaciones correspondientes”.
Guaguas en alquiler
“Me consta también que estaban valorando sacar vehículos en alquiler, pero eso tiene una complejidad porque las guaguas están adaptadas al territorio”, afirma. Esto podría acarrear un problema porque cuando salen los pliegos donde los técnicos han valorado las necesidades, “las configuraciones que se piden son las que se adaptan a la ruta que se tiene que hacer”.
Jiménez insiste en que lo importante es que haya un esfuerzo por parte de la administración para que los presupuestos se aceleren y que “salgan partidas que permitan que las empresas podamos suplir esas necesidades”, y agrega: “Normalmente, si no hay una adjudicación definitiva, ninguna de las marcas puede reservar vehículos o puede iniciar fabricaciones”.
Las demás islas
Las demás islas se encuentran “en una situación parecida”, aunque “es verdad que hay ayuntamientos que, quizás, no han agilizado tanto como otros”. A Jiménez le consta “que hay algunos ayuntamientos que han hecho bien la tarea, pero hay otros que no han hecho bien la tarea y ahí se complica un poco más la cosa”. Sobre Titsa agrega también que “este mes o el siguiente se probarán vehículos en varios sitios para poder sacar las licitaciones”.
Hace también autocrítica desde el sector en el trabaja. “Las marcas también tenemos que estar un poquito apuradas porque desde que tengamos un vehículo con alguna avería, debemos poder ponerlo en funcionamiento lo antes posible”, sentencia en referencia a la falta de recambios.