Hay una bebida que se remonta a 1.650 —que se sepa— y de dudoso origen que no falta en ninguna fiesta que se precie. ¿La habrá probado Barbanegra o Aristóteles? Quién sabe, las cuestiones históricas son difíciles de resolver, pero muchos historiadores se decantan por la presencia del alcohol en los barcos piratas y en la grecia de los filósofos cuando comenzó el desarrollo de las bebidas fermentadas a partir de la caña de azúcar.
Otras versiones españolas prefieren traer la trama a España y aseguran que el origen del ron está en un licor que se preparaba en Granada. Lo único cierto es que ahora es un bien preciado para los amantes de las bebidas destiladas y en Canarias se encuentra la fábrica más antigua de Europa, la famosa fábrica de ron Arehucas, en Gran Canaria.
Casi 140 años
La fábrica tiene 139 años, se fundó en 1884 gracias al emprendimiento de Alfonso Gourié Álvarez. En sus inicios no tenía el mismo nombre, se llamó la Fábrica de San Pedro y estaba destinada a la producción de azúcar. Aún así quisieron dedicar su esfuerzo a la elaboración de aguardientes de caña y ron pronto recibieron los primeros galardones.
El primero fue el título de proveedores de la Real Casa y Corte española —palabras mayores— y fue otrogado por la reina regente Doña María Cristina de Austria.
Destilerías Arehucas
No fue hasta 1965 que cambió su nombre y pasó a denominarse Destilerías Arehucas. Tienen 11 rones que van desde los más económicos típicos en las fiestas de los más jóvenes, a los rones más selectos como el Capitan Kidd con 30 años de reposo o el Arehucas Siete Años, madurado madurado todo ese tiempo en barricas de roble.
La fábrica además organiza visitas como lugar emblemático que es de Gran Canaria y reciben 95.000 visitantes anuales en sus instalaciones del municipio de Arucas que quieren conocer de primera mano la fábrica más grande y antigua de Europa.