Las instalaciones de un hospital siempre se les adjunta, teorícamente, pulcritud, salubridad y limpieza en general. Por suerte, es el la realidad general con excepciones-, pero el panorama a veces cambia en los exteriores, punto de espera de familiares y amistades de enfermos e, incluso, como zona de descanso y para fumar de los profesionales de la sanidad.
Es en este contexto, en el de los fumadores y fumadoras, los exteriores de urgencias del Hospital Universitario Nuestra Señor de la Candelaria (HUNSC) se ha convertido en un cenicero de metros cuadrados. Concretamente, en un terreno de tierra que acompaña a la calle de salida de las ambulancias, que va a dar al acceso de vehículos y personas para llegar a la entrada principal, del complejo hospitalario.
Causas
Así, cientos de colillas se acumulan en las esquinas de este parterre -cuyas aceras a su vez hacen de parking de motos- dejando una imagen que poco se correpsonde con lo que debe desprender el entorno de un hospital.
La ausencia de papeleras preparadas para cigarrillos, el incivismo de algunos y algunas fumadoras y la ausencia de limpieza en la zona en determinado espacio de tiempo han concurrido en una situación de suciedad desagradable en la que, ya no solo se acumulan las colillas, sino basura de otro tipo.
Comparaciones odiosas
La situación en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) dista completamente de la del HUNSC en este apartado. En este sentido, en la zona de espera al aire libre próxima a urgencias, que coincide con otra entrada general al hospital, la limpieza destaca. No se puede hablar de pulcritud, pero si se observa la ausencia de nichos de colillas.
Es más, aunque hay que carteles que recuerdan que no se puede fumar en el interior de las instalaciones, en estas zonas de espera hay instaladas papeleras preparadas para los cigarrillos que, por lo general, cumplen su función, ya que los fumadores y fumadoras se aproximan a ellas para fumar y tirar la colilla donde corresponde.