Han pasado 30 años desde que dos jóvenes saharauis llegaron a Fuerteventura en una patera, inaugurando, sin saberlo, una de las rutas migratorias más peligrosas, que conecta Europa y África a través de Canarias. Esas tres décadas se han convertido en un fenómeno marcado por la búsqueda de oportunidades y la tragedia, ante la falta de humanización y la sobreinformación, cargada de número de llegadas, sin rostros y nombres.
El deber de la memoria y la intención de que las personas que se embarcan en busca de un nuevo horizonte no pasen desapercibidas ha sido la motivación de 15 fotoperiodistas que, durante más de una década, han documentado la migración, congregando así alrededor de 80 piezas en la exposición ‘La Ruta Canaria: 30 años de migración y muerte’, que se ha inaugurado, este miércoles 18 de diciembre, en Casa África.
Desirée Martín, comisaria de la exposición, resume la esencia de la muestra con un testimonio que refleja tanto la responsabilidad del fotoperiodismo como el impacto humano del tema, desde las personas que arriban a las costas canarias hasta las que fallecen.
La realidad de la migración
Con cerca de 80 piezas, entre fotografías y textos en todas las islas, la obra colectiva refleja el drama humano de quienes intentan alcanzar las costas europeas desde África. No solo se trata de las llegadas a tierra, sino también de las realidades posteriores: desde la atención sanitaria hasta las decisiones políticas que determinan si las personas migrantes pueden quedarse o son devueltas. Se trata de “fotoperiodismo duro y necesario”, apunta Martín.
La muestra incluye, asimismo, materiales y objetos recuperados de embarcaciones que llegaron a las costas, elementos que contextualizan y aportan una perspectiva más física y tangible.
Una fosa marítima
“En la exposición no se busca ningún tipo de anarquismo, sino mostrar la realidad, porque con la realidad ya basta. Verán imágenes de personas fallecidas o falleciendo. Se las van a encontrar porque es lo que sucede, y mucho. Si quieren definir la exposición como cruda, yo no puedo utilizar esa palabra porque es la realidad”, señala la comisaria.
A través de más de mil fotografías dispuestas en el suelo bajo una gran esquela, la muestra dignifica a las víctimas, tanto a quienes lograron llegar como a quienes perecieron en el intento y “se quedaron en el fondo del mar”.
La necesidad de informar
La exposición también aborda la desinformación en torno al fenómeno migratorio. Para Martín, el exceso de información puede ser contraproducente, pero insiste en que es necesario seguir mostrando esta realidad.
La fotoperiodista manifiesta que "no ve a nadie quejándose por ver a los mismos once jugadores todos los domingos jugando", por lo que ha incidido en que "hay que seguir haciendo todo tipo de acciones que ayuden a informar, educar y concienciar" sobre el derecho de las personas a migrar, como seguirán haciendo miles de personas que viven en África por que a eso les abocará el cambio climático y la sobreexplotación de la pesca.
Sensibilizar
"Quienes llegan a bordo de un cayuco no son ni mercancía peligrosa, ni material radioactivo, ni chatarra, son, ni más ni menos, que seres humanos que buscan otros horizontes a los que tienen derecho y la actitud del Gobierno de Canarias, conmemorando" este Día del Migrante, "los 30 años transcurridos pone de manifiesto que estamos en la ruta informativa adecuada", ha resaltado el director de Casa África, José Segura.
Se trata, según subraya Segura, de una exposición que pretende "ayudar a sensibilizar sobre el hecho migratorio a escolares y a la población en general y a eliminar restos de xenofobia y actitudes deplorables que, en ocasiones, vemos en algunos foros".
La muestra estará hasta el 17 de enero en Casa África, tras exhibirse por primera vez el pasado mes de agosto en el Faro de la Entallada, por su proximidad a Las Salinas del Carmen, en Fuerteventura, donde se produjo la primera llegada al archipiélago de una barquilla.
Poner rostro
El portavoz del Gobierno canario, Alfonso Cabello, ha considerado que "el pueblo canario ha estado a la altura a la hora de dar una respuesta al reto que ha supuesto este drama migratorio".
"Por desgracia, treinta años después seguimos estando de máxima actualidad con este asunto", ha referido Cabello, quien ha celebrado que esta exposición permita que, por un día, se deje de hablar de números para poner rostro y piel a estas personas y recordar a los fallecidos.
Cabello ha confiado en que "sirva para remover conciencias y mantener intacta la voluntad que debería tener el Estado español de dar una respuesta estructural a esta situación, que no puede abordar Canarias" en solitario, ha aseverado.