Expedita, la misionera canaria que encuentra esperanza en medio de la guerra

Desde Jerusalén hasta Londres, de Sudán a Egipto, su lucha por la paz y la igualdad entre pueblos nunca se detiene | Se muestra crítica con Hamás y Netanyahu y defiende un único Estado con derechos para todos como única solución justa

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Expedita, la misionera canaria que encuentra esperanza en medio de la guerra. En la imagen, acaricia la cara de un niño beduino. / AH
Expedita, la misionera canaria que encuentra esperanza en medio de la guerra. En la imagen, acaricia la cara de un niño beduino. / AH

Expedita Pérez León, misionera comboniana nacida en Gran Canaria, apura sus días en la Isla antes de regresar Londres. Allí, en la capital del Reino Unido, espera la oportunidad para regresar a Israel, país que tuvo que abandonar para ocuparse de otro servicio en otra comunidad justo en medio de la escalada de violencia desatada tras el ataque de Hamás —el 7 de octubre de 2023— y la respuesta del estado sionista sobre la población de Gaza.

La ofensiva de Hamás le pilló cerca de Jerusalén, en un hogar de la Iglesia católica situado en Al Azarieh. Durante los meses de conflicto, nunca abandonó su labor con las comunidades beduinas de Cisjordania, a las que ayudaba junto a otras misioneras dando clases de inglés y apoyando a las mujeres locales.

"¿Guerra o guardería?"

"Me contaba una señora en una de mis últimas visitas", explica Expedita, "que uno de los niños de la escuela le hacía todos los días la misma pregunta: ¿Hoy hay guerra o guardería?. Si la madre le decía que iba a la guardería, se levantaba inmediatamente muy feliz. Ese era nuestro trabajo allí. Dar un poco de esperanza en medio de estos tiempos convulsos".

Ahora, desde la distancia, reflexiona sobre los desafíos que enfrenta la región y su crítica situación política.

Diseño sin título copia
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Estado único

Pérez León no duda en expresar su preocupación por la influencia de los ultraconservadores en el gobierno israelí. Asegura que Benjamin Netanyahu no es la figura política que necesita la región, y no cree que la solución pase por la creación de dos estados, como solicitan algunos países occidentales —incluido España—.

"La única salida pasa por un único Estado donde ambos pueblos tengan igualdad de condiciones, algo que ahora no sucede", narra. Para ella, el actual sistema está dividido y desigual, con poblaciones como la de Cisjordania viviendo en lo que considera "territorios aislados", donde la movilidad está restringida y los colonos sionistas ganan más terreno cada día.

Ayuda de los rabinos

A lo largo de su tiempo en la región, Expedita vivió momentos de gran tensión, especialmente en las aldeas beduinas que visitaba regularmente y que se enfrentaban a ataques nocturnos de colonos. Fue gracias a su mediación, en colaboración con el colectivo Rabinos por los Derechos Humanos/Buscadores de Paz, cuando la situación mejoró.

Estos eventos dejaron en Expedita la convicción de que la paz en la región no es solo un sueño lejano, sino una necesidad urgente, aunque el camino por recorrer es largo.

Sudán

En su recorrido como misionera, Expedita ha vivido el sufrimiento de las poblaciones desplazadas. "He visto la peor cara de la humanidad, pero en cada situación complicada he encontrado esperanza" reflexiona, al recordar las consecuencias del hambre y la violencia de la guerra.

Expedita Pérez, con un grupo de niños sudaneses refugiados. / AH
Expedita, con un grupo de niños sudaneses refugiados. / AH

Una de las historias más conmovedoras que ha vivido la misionera grancanaria es la de Peter, un niño ciego de Sudán que, después de sufrir una infección en los ojos —en su camino de huida junto a su madre y una hermana desde las zonas rebeldes del Sur (antes de que lograran la independencia)—, perdió la vista.

Biblia en braille

"Peter nunca dejó de soñar con estudiar", cuenta con ternura. "Desde el primer día que llegó a nuestra casa nos pidió una Biblia en braille, aunque no sabía leer ese sistema de escritura táctil".

"Él soñaba con ser profesor", agrega, "y nunca se rindió. Cada vez que yo iba a la ciudad en busca de medicinas me preguntaba por la Biblia, así que logré que las Hermanas de la Caridad Santa Teresa de Calcuta, que daban clases de braille, lo aceptaran en su misión".

Otra madre para Peter

Persuadidas las religiosas, más difícil resultó convencer a la madre de Peter. "Incluso", apunta Expedita, "varias veces me dieron plantón antes de viajar hasta allí. Pero al final Peter fue, estudió y ahora tiene su propia familia y es educador social".

"Lo sé", añade la religiosa, "porque cada cierto tiempo algún misionero que vuelve de Sudán me recuerda que tengo un hijo allí, porque así se presenta él: tengo una mamá que se llama Expedita. Y su historia, en medio de estos tiempos con tanta incertidumbre, con tantos líderes mundiales que nos llevan al caos, Peter me da esperanza".

Turquía y Egipto

Pérez León también ha ejercido su labor misionera en Turquía y Egipto, donde ayudó a miles de sudaneses desplazados y donde vivió el ascenso al poder de Al-Sisi en Egipto y fue testigo de la amenaza que enfrentó su comunidad cuando radicales extremistas atacaron a los cristianos.

Expedita Pérez, junto a otra misionera, en Jerusalén. / AH
Expedita, junto a otra misionera, en Jerusalén. / AH

A ella le tocó vivir esa hostilidad, aunque de manera indirecta en ese periodo. En un gesto de solidaridad interreligiosa, de jóvenes cristianos y musulmanes se unieron en una cadena humana para proteger un hogar católico, lo que evitó males mayores. Se plantaron en la puerta y lanzaron un mensaje que los atacantes no enfrentaron: "Aquí no entráis si no nos matáis".

Hoy, mientras espera su regreso a Israel, Expedita se mantiene firme en su compromiso con la paz y la igualdad entre los pueblos. A pesar de los desafíos que enfrenta, como los continuos conflictos bélicos y las crisis humanitarias, su esperanza permanece viva, inspirada por personas como Peter, que le recuerdan que, incluso en medio del sufrimiento, el amor y la lucha por un mundo mejor siguen siendo posibles.