Investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) han analizado la presencia de determinados compuestos contaminantes en purés infantiles industriales. El trabajo, que ha sido publicado por la revista Nutrients, lo firman Luis Alberto Henríquez Hernández, Andrea Acosta Dacal, Luis Domínguez Boada, Manuel Zumbado, Lluís Serra Majem y Octavio Pérez Luzardo llega a la conclusión de que la mayor proporción de estas sustancias se encuentra en las cremas de pescado.
Asimismo, advierten de la importancia de una dieta variada —basada en alimentos no procesados y productos de proximidad— para los más pequeños de casa puesto que los elementos tóxicos llegan a los niños a través de múltiples alimentos. Además, los científicos han concluido que los purés de pescado presentan las concentraciones más altas de mercurio y de arsénico. Tal es así que estos llegan a superar el índice de peligro agudo 1 en las marcas genéricas o blancas. No obstante, también han determinado que el consumo de talio y mercurio fue superior en las marcas reconocidas.
Riesgo nutricional
Lo novedoso del estudio es que realiza una aproximación del riesgo nutricional al que está expuesto este segmento tan vulnerable de la población con el consumo de estos alimentos preparados. Sobre todo relacionado con el mercurio, considerado un disruptor del desarrollo neurológico especialmente dañino en las primeras etapas de la vida.
A la hora de llevar a cabo la investigación se planteó un doble objetivo. Por un lado, determinar los niveles de 38 elementos químicos inorgánicos en 159 muestras de alimentos para bebés ya preparados y listos para su consumo. Por otro lado, estimar la ingesta dietética y las evaluaciones de riesgo de estos elementos tanto en productos de marcas reconocidas como marcas genéricas o blancas.
Recomendaciones
La Asociación Española de Pediatría ha realizado una serie de recomendaciones de alimentación para comenzar tras la lactancia materna. Las pautas varían mucho entre regiones y culturas y, sobre todo, asegura que no se deben dar instrucciones rígidas porque no hay alimentos mejores que otros. Sin embargo, sí se recomienda ofrecer algunos de manera prioritaria, como los ricos en hierro y zinc.
Los plátanos frescos, la calabaza, el cordero, las manzanas, el cerdo, los huevos, las naranjas y la sandía son algunos de los elementos que se pueden utilizar para crear los purés caseros y que se encuentran entre los menos contaminados. También estás las judías, los pepinos y las carnes preparadas en puré cocidas en casa.
Algunos alimentos saludables con bajo contenido en metales, como el yogur, la compota de manzana sin azúcar, el queso, los huevos duros y las uvas cortadas a lo largo, son buenas opciones para la merienda de los bebés. Junto a las frutas frescas y congeladas, incluidas las utilizadas en los purés caseros, también son buenas opciones. Pero no es buena idea usar frutas enlatadas, si se puede evitar.