Quienes viven en territorios continentales durante todo el año sienten la llamada de las islas tan pronto llegan las vacaciones. Los destinos alejados de las obligaciones cotidianas, separados por océanos del escenario del día a día, cobran especial atractivo para los visitantes. Allende los mares buscaremos una isla para descansar.
A partir de esta premisa, la revista Conde Nast Traveler elaboró un listado a partir de los destinos insulares más solicitados en los 44 países europeos tomando como muestras 200 islas europeas. En esta relación Tenerife quedó encuadrada como la segunda islas más buscada, de manera que ocupa el lugar predilecto como destino para españoles, escoceces, islandeses, belgas, letones y modavos.
La España insular
El estudio aclara que las islas españolas están entre los destinos más demandados por los europeos, sobre todo Tenerife, que ocupa el primer lugar como la isla más deseada por espacios únicos como el Parque Nacional del Teide, zonas de gran afluencia turística como Costa Adeje o festividades tan populares como el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife.
Curiosamente en Alemania, el país con mayor afluencia de visitantes a Tenerife, se decantan por Mallorca como destino insular favorita, al igual que en Bielorrusia mientras que, contra todo pronóstico, Ibiza tan solo es la preferida en Luxemburgo, mientras que en Andorra prefieren Menorca. Pero, además de Tenerife, hay otra isla canaria que ocupa el primer puesto en un país europeo y es que Lanzarote, según esta encuesta, enamora a los irlandeses.
Santorini, la preferida
Tan solo Grecia arrebata el podio insular a España ya que Santorini es la preferida en once países, concretamente Francia, Irlanda del Norte, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Rumanía, Bulgaria, Macedonia del Norte, Albania, Malta y Chipre, mientras que Tenerife es la favorita tan solo de seis países europeos.
Además el país heleno tiene a Creta en tercera posición, justo por detrás de Tenerife, mientras que la isla italiana de Cerdeña ocupa el cuarto lugar, siendo la preferida por los propios italianos, además de los austriacos.