La primera edificación de gran escala de una de las islas capitalinas marcó un antes y un después en la historia de Canarias. En 1478 se fundó la primera ciudad del archipiélago canario y es por eso que desde ese momento tenía que adaptarse a la cultura europea: idioma, instituciones y sobre todo, la religión.
Ese último aspecto, el de la religión, se culminó con lo que sería la obra farónica más importante de los Reyes Católicos fuera de la península Ibérica y cuya finalización costó casi 400 años. Se trata de la Santa Iglesia Catedral-Basílica de Canarias o Catedral-Basílica de Santa Ana.
Santa Ana
Los arquitectos que se encargaron de la edificación fueron Diego Alonso de Motaude, Diego Nicolás Eduardo, Luján Pérez y el maestro de cantería y alarife Patricio José García.
La catedral de aspecto gótico,neoclásico y barroco corona la plaza que guardan los siete canes bautizados como Aterura, Mogano, Doramas, Tindaya, Bentayga, Tenoya y Tirajano.
La Catedral
La Catedral está orientada —a diferencia del resto de edificios de carácter religioso— hacia el nordeste. Esto significa que está orientado al amanecer y cada 24 de junio cuando se celebra San Juan se proyecta la luz del sol sobre la plaza del Pilar Nuevo y sobre el escudo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
Los visitantes pueden acceder al interior y subir hasta su torre donde se puede observar la ciudad. También se puede visitar el Museo de Arte Sacro y dentro destaca el Cristo de Luján Pérez y la imagen de la Virgen de los Dolores.