Durante los últimos años se han acumulado en Canarias embarcaciones dedicadas a la migración irregular. Esto ha supuesto un problema en el desarrollo de la actividad de los barcos en los puertos de las islas. Con la intención de poner solución a este problema, el Gobierno de España ha destinado más de cinco millones de euros a la destrucción de las neumáticas y cayucos.
Esta situación se ha declarado como emergencia, por lo que la destrucción, carga, transporte y gestión de residuos de embarcaciones interceptadas en el litoral del Archipiélago ha sido encargado a la empresa pública TRAGSA por 5.278.000 euros.
Una solución
El Ministerio de Política Territorial, dirigido por el expresidente canario Ángel Víctor Torres, ha informado que con este encargo se da solución al problema, puesto que esa acumulación de embarcaciones ha llegado a obstaculizar gravemente el tránsito de los barcos en los puertos de las islas, impidiendo el normal desarrollo de su actividad y con un grave peligro para la entrada y salida de los mismos, según ha apuntado Torres.
Se procederá a su desmontaje y traslado de todos los materiales resultantes a un gestor de residuos autorizado, ya que la diversidad de materiales que conforman estas embarcaciones, sobre todo fibra de vidrio, requiere de la adopción de distintos procesos de recogida y transporte por parte del centro de residuos.
En concreto se realizarán las siguientes actividades: identificación, selección y clasificación de embarcaciones a destruir (residuos); izado, predestrucción, carga y descarga; transporte hasta el gestor autorizado de residuos; y entrega de los residuos al centro gestor para su destrucción.