Paraísos terrenales como tal hay pocos, pero a veces la vida nos da sorpresas agradables y donde menos te lo esperas, encuentras un escondite que te lleva disparado al éxtasis, a la mejor de las relajaciones o a la desconexión que todos buscamos para alejarnos de la realidad.
Uno de esos pocos paraísos se encuentra en la zona del Levante español. Hablamos de un pequeño hotel que está ubicado en el municipio alicantino de Villajoyosa. Una villa marinera que lo tiene todo; buenos arroces, un clima autóctono que nunca imaginarías con temperaturas agradables durante todo el año, gentes hospitalarias y un olor a chocolate en sus calles que te hace la boca agua (la fábrica de Valor tiene su sede allí).
Paradisun
El hotel en cuestión se llama Paradisun y ofrece unas vacaciones inolvidables. Lo cierto es que la paz, las palmeras del lugar y su impresionante cercanía al mar lo convierten en un escondite que podría confundirse con cualquier rincón de Canarias, pero recuerda mucho a algunas playas del municipio de Mogán (Gran Canaria).
El complejo de apartamentos boutique está ubicado en playa Paraíso, a tan solo 15 minutos del gran centro turístico de Benidorm. En la primerísima línea de mar, a 30 minutos del aeropuerto y muy cerca de los campos de golf.
Sólo adultos
En el hotel Adults Only (sólo para adultos) se puede disfrutar de la experiencia y deleite del potencial que tiene la zona. Los jardines de más de 1.500 metros cuadrados se desbordan en el mar y por las noches el olor y el sonido del mediterráneo inundan hasta el último rincón.
“Haremos que lugares cercanos parezcan remotos, le acercaremos a la esencia de lo más puro y original. Conecte con la parte más básica de su ser, medite en uno de nuestros amaneceres y atardeceres y llénese de energía limpia que seguro le hará enamorarse más aún de la vida” explican los responsables del complejo en su página web.
Este maravilloso escondite ofrece también servicios premium y experiencias vip para sus clientes, pero lo mejor es que sólo se pueden hospedar 32 personas, así que es el sitio perfecto para decir adiós a las aglomeraciones durante unos días.