Es cierto que los efectos de la pandemia en la vida cotidiana ya se alargan más de lo que podía llegar a estar previsto cuando las vacunas empezaban a aparecer en el horizonte. Actualmente, el 68,25% de la población diana del archipiélago canario ha recibido la pauta completa, y hasta este domingo se había logrado inmunizar a 1.338.231 de personas, ha informado la Consejería de Sanidad.
No obstante, está demostrado que la vacunación reduce las muertes y la gravedad de los efectos del Covid-19, por lo que, podrá no ser un proceso rápido como le gustaría a la mayor parte de los sectores y personas, pero son efectivas.
La incertidumbre y los falsos mitos sobre las vacunas
A todo hay que sumarle el efecto que tiene la rumorología y las noticias falsas en la sociedad digital actual. Las redes sociales no solo han sido las encargadas de difundir información necesaria para la gestión del coronavirus, sino que también han sido impulsoras de falsas informaciones acerca de los efectos de la vacuna o el origen del virus.
Lo cierto es que si comparamos los riesgos, es más peligro no vacunarse que vacunarse. La posibilidad de trombosis con la vacuna de AstraZeneca es de 5 casos por millón. En cambio el riesgo de no vacunarse puede llegar a ser de 39 trombosis venosas profundas por millón y de 436 trombosis de vena por millón.
Las nuevas variantes del virus
La variante Delta del Covid-19, un 60% más contagiosa, plantea la pregunta que ha mantenido en constante tensión a científicos, sanitarios y gobiernos, desde que se empezara a predecir casi con total seguridad la llegada de la quinta ola actual del coronavirus.
Las nuevas variantes del coronavirus pueden llegar a complicar el proceso de vacunación e inmunización de la población. Tal y como publicaba el Ministerio de Sanidad de Israel, “las vacunas actuales no tienen tanta eficacia frente a la variante Delta”.
Los efectos secundarios más temidos
Algunos de los efectos secundarios más temidos son los que tienen que ver con los trombos, la infertilidad, el daño que podría causar a las mujeres embarazadas… Más allá de los comentarios en redes, siempre hay un fundamento científico que se acerca más a lo que podemos llegar a conocer como “certeza”, aunque no se trate de una verdad absoluta.
Las reacciones más frecuentes a causa de las vacunas son inflamación en el lugar de la inyección, cefalea, fatiga, mialgias, malestar, fiebre, escalofríos y náuseas.
Todo empezó con AstraZeneca
Desde el momento en que esta vacuna dejó de utilizarse para inmunizar a la población de mayor edad, saltaron las alarmas. Lo cierto es que todas las vacunas tienen sus riesgos, no solo la de AstraZeneca. No obstante, según un estudio de la Universidad de Oxford, es más arriesgado no vacunarse contra la enfermedad.
La vacunas de Pfizer y Moderna, que son las que cuentan con más confianza por parte de la población —por lo menos, no hay tantos rumores a su alrededor— también pueden llegar a ocasionar problemáticas adversos, aunque de manera excepcional. Se calcula que el riesgo de trombo con AstraZeneca es de 5 entre un millón y el riesgo con Pfizer y Moderna, 4 entre un millón…