El primer satélite canario, el Alisio-1, se puso en órbita el pasado 1 de diciembre de 2023 y ya está demostrando por qué es la tecnología aeroespacial más puntera que existe a día de hoy en España.
Este viernes, Alex Oscoz, director de operaciones de los telescopios del Instituto de Astrofísica de Canarias y persona al frente del proyecto aeroespacial IACTEC-Space, desgranó los detalles de cómo funciona el satélite en un encuentro organizado en el Club Oliver de Santa Cruz de Tenerife sobre la potencialidad aeroespacial del Archipiélago.
IACTEC-Space
El satélite surgió a raiz del proyecto IACTEC-Space, que buscaba ir más allá de la observación en tierra y comenzar a contruir tecnología puntera con sello canario, a través de equipos multidisciplinares que abriesen nuevas ventanas de investigación, atrajesen inversión y empresas tecnológicas a Canarias y referenciasen las Islas a nivel mundial en el sector aeroespacial.
Para conseguirlo, la estrategia clave pasaba por ser "disruptivos", explica Oscoz. Por eso, apostaron por construir tecnología capaz de observar con infrarrojos la superficie de la tierra y captar imágenes más allá de "lo visible".
Como una caja de zapatos
En 2021, se lanzó al espacio Drago-1, un instrumento único de aproximadamente 10 centímetros capaz de tomar imágenes desde una altura de unos 560 kilómetros. En enero de 2023, se lanzó Drago-2, una mejora del instrumento capaz de ofrecer seis veces más detalles.
A Drago-2 sólo le faltaba una cosa para ser el aparato más puntero lanzado al espacio desde España: un módulo de comunicaciones ópticas, que es una pequeña cápsula capaz de transmitir inmediatamente la información captada con infrarrojos a la tierra usando rayos laser. El módulo, acoplado a Drago-2, se lanzó al espacio en diciembre de 2023 en una cápsula poco mayor que una caja de zapatos, ya como satélite: el Alisio-1.
Un satélite único
Alisio-1 no es sólo el primer satélite canario, sino que encima es 100% canario. Esto significa que el IAC es propietario todo lo que observe el aparato, esté donde esté. Esta es la principal diferencia con otros satélites desarrollados en otras comunidades autónomas, como Cataluña o Andalucía, que sólo son propietarias de la información que captan sus sondas cuando orbitan encima de su territorio.
Además, la capacidad del satélite de observar en infrarrojos lo convierte en el único satélite español con esta tecnología, que ofrece enormes potencialidades. Oscoz explica que el Alisio-1 es capaz de captar imágenes de la superficie terrestre aunque haya elementos densos encima, como el humo (muy util para incendios o erupciones).
De hecho, el director de operaciones de telescopios del IAC ha revelado que fue gracias a esta tecnología que el observatorio del Teide pudo salvarse del incendio de Tenerife del verano de 2023, ya que observaron a través de las imágenes recibidas de Drago-2 que el frente del incendio se había acercado peligrosamente a las instalaciones sin que nadie lo advirtiese por la densidad del humo.
Usos
Además, los infrarrojos permiten calcular muchas variables más, como la densidad del terreno o la humedad. Algo muy importante para situaciones como riadas o inundaciones, en las que las imágenes captadas por otros satélites no permiten distinguir el lodo de la tierra para poder calcular el alcance de los daños; o incluso para otros usos como la agricultura extensiva, ya que las imágenes permiten saber con certeza qué partes del terreno necesitan riego, están secas o están en riesgo.
Las oportunidades son infinitas. Detectar movimientos masivos de algas hacia las costas canarias, detectar a tiempo un vertido de petróleo en el mar... En palabras de Álex Oscoz, el satélite permite "verlo todo" desde casi 600 kilómetros de altitud con una precisión de una imagen captada a cinco metros.
Tanta utilidad tiene que la NASA se ha interesado por las imágenes que capta el Alisio-1 y el IAC está haciendo un repositorio para atraer empresas de distintos sectores interesadas en la potencialidad que ofrece la información que transmite el satélite. Durante estas semanas, indica Oscoz, el Instituto está terminando de montar en sus instalaciones su propia estación de control para operar el Alisio-1.