La noche del 15 de agosto de 2023 va a ser difícil de olvidar para todos aquellos tinerfeños que pasaron más de una semana con la vista hacia al monte y con los hidroaviones y helicópteros volando sobre sus casas. Los agradecimientos se quedan cortos cuando tienes que abandonar tu casa con lo puesto sin saber si vas a regresar y con la única esperanza de que esas personas desconocidas, esos héroes, consigan ganar al desastre.
14.751 hectáreas quemadas, un perímetro de 90 kilómetros y cientos de historias. Aunque el panorama es desolador, la esperanza sigue brillando en los corazones y mente de los canarios, el monte no se ha perdido. Es más, Tenerife es una isla muy antigua, con unos 12 millones de años, en los que ha habido volcanes, rayos, nevadas, riadas y temporales de viento. Los incendios, aunque ahora cada vez más virulentos por el calentamiento global, han sido y son parte de esos fenómenos.
7% de la isla quemada
Durante varios días las noticias fueron desoladoras. Un incendio fuera de control, las hectáreas aumentaban sin freno y los vecinos se reunían en sus azoteas para mirar hacia el cielo. Las columnas de humo negras formaban parte de unas vistas que ningún canario quiere presenciar, los hidroaviones y helicópteros sobre sus cabezas y los bomberos se convertían en la única imagen de la esperanza.
Aparecieron las primeras imágenes de lo que estaba desapareciendo allí arriba. Las llamas sobre Chipeque, la carretera de La Esperanza cubierta de cenizas, la Corona Forestal ardiendo, el Valle de La Orotava, Las Lagunetas, La Resbala, el Parque Nacional del Teide. Más del 7% de Tenerife padeció el paso del fuego y, aunque gracias a los trabajos de extinción ninguna casa se quemó, si lo hizo un poco el corazón de todos aquellos que defienden y presumen de la naturaleza de su hogar.
Historias
El incendio de Tenerife habla de la valentía de los pilotos de 43 Grupo, de Pronto Auxilio, de la supervivencia del cabezón de Añavingo rodeado por las llamas, de la lucha por salvar el Observatorio del Teide, de la solidaridad con los animales evacuados, de plegarias al cielo por un poco de lluvia. El incendio de Tenerife es la fuerza del pino canario, son Raky y Rex volviendo a casa, la incertidumbre, la rabia.
Mochilas preparadas por si había que salir corriendo, bomberos sobre los tejados apagando las llamas para salvar las viviendas o notificaciones en el móvil porque eres el próximo vecino que tiene que irse de casa sin saber cuándo ibas a poder regresar.
Los expertos
Si hay nombres a los que los canarios ponen cara tras la desgracia del incendio forestal en Tenerife son los de Montserrat Román, Pedro Martínez y Federico Grillo. Reposado y con un lenguaje entendible para la audiencia, Grillo tiene un aspecto tranquilo y conoce cada detalle del terreno —de Tenerife, de Gran Canaria o de cualquiera de las islas—. Román, por su parte, comenzó a ser conocida por los canarios durante la erupción volcánica de La Palma en 2021, pero esta reconocida experta en gestión y coordinación de emergencias hace tiempo que está en el punto de mira, sobre todo, por su trabajo en los terribles atentados yihadistas en las Ramblas de 2017.
Pedro Martínez, por otro lado, no está acostumbrado a estar frente a las cámaras pero, tristemente, y aunque se considera un “peón más” en su equipo de trabajo, ha tenido que enfrentarse a una situación que a nadie le gustaría. Durante varios días las noticias sobre el incendio forestal no fueron buenas y en sus facciones se notaba la tristeza y la dureza de la situación.
Tres profesionales que, día tras día, se sentaron ante las cámaras para explicar a los ciudadanos lo que estaba pasando con su hogar, con su isla. El mejor aval y la templanza, el salvaguarda de los montes canarios o el analista que apaga incendios se convirtieron en la fuente de información y esperanza ante un paisaje que, antes verde, ahora parece pintado con una gama de grises.
Héroes
Un incendio al que no se ha enfrentado nunca Canarias, pero ellos lo hicieron. Desde el aire o a pie de campo, incluso viéndose rodeados y ante situaciones llena de complicación y peligro. 301 efectivos terrestres, 22 medios aéreos, 5.163 descargas con 8.885.700 litros de agua desde el inicio de la tragedia. Todo para poder devolver a los tinerfeños su isla, su casa, su hogar.
Y que el estilo periodístico me perdone si esta vez utilizo la primera persona para agradecerles haber luchado por el monte en el que corre mi perro, en el que me caí por primera vez de la bicicleta, el de las chuletadas con mis amigos, las caminatas con mis padres o los caminos que recorrió mi abuela. Gracias.