En Canarias se da una paradoja en materia de salud laboral. Es una de las comunidades con menor índice de enfermedades laborales confirmadas, pero los inspectores de trabajo no se explican las cifras dado el crecimiento de las notificaciones de enfermedad susceptibles de ser investigadas por tener un posible origen en el puesto de trabajo, así como de las bajas producidas por enfermedad laboral, que este año se han incrementado en 85 respecto al anterior.
Este miércoles, el Hotel Escuela de Santa Cruz de Tenerife ha acogido la primera jornada del seminario "Procedimiento de investigación en caso de enfermedades profesionales", organizado por el Instituto Canario de Seguridad Laboral (ICASEL). Su director, Elirerto Galván, ha conducido la primera ponencia del seminario para realizar una radiografía sobre el estado de la seguridad laboral en el Archipiélago.
Un "limbo" en la identificación
Galván ha descrito las razones que, según analiza ICASEL, originan esta paradoja. Entre enero y octubre de 2023, se han comunicado en Canarias 677 enfermedades bajo la sospecha de ser de origen laboral. Además, se han confirmado 372 que han dado lugar a baja y otras 308 sin baja.
El principal problema que presenta Canarias es, según Galván, que desde que se notifica una enfermedad bajo sospecha de ser laboral hasta que se confirma pasa demasiado tiempo, quedando el expediente en un "limbo" que no queda reflejado en ningún informe y hace parecer que hay menos incidencia en la región.
¿No hay cáncer en Canarias?
Además, existe el inconveniente extra de que algunas enfermedades tardan en mostrar sus síntomas y cuesta identificar su origen en el entorno laboral.
Ocurre, por ejemplo, con la sordera o con el cáncer producido por el polvo de sílice. Respecto a este último aspecto, Galván señala que los informes rara vez incluyen en sus porcentajes las enfermedades causadas por agentes cancerígenos, generando la sensación de que no hay casos, aunque la realidad, según el director de ICASEL, es que muchas veces se hace pasar por enfermedad común.
Trastornos músculo-esqueléticos
Por el contrario, la mayoría apabullante de las enfermedades laborales detectadas este año en las Islas fueron causadas por "agentes físicos" (el 84%) ajenos al trabajador, siendo, con gran diferencia, los trastornos músculo-esqueléticos los que encabezan la pirámide, seguidos de lejos por la escaboosis (sarna humana). En lo que va de 2023, 203 personas sufrieron un trastorno músculo-esquelético derivado de su actividad profesional y tan sólo 24 de sarna.
En este contexto, llama la atención que en Canarias, al contrario de lo que ocurre en la media nacional, las enfermedades laborales tienen notablemente mayor incidencia en las mujeres que en los hombres. ¿Por qué pasa esto? Según Galván, el 85% de las enfermedades laborales confirmadas en Canarias se producen en el Sector Servicios, especialmente en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, un sector ligado especialmente a la hostelería y el turismo en el que la mayoría de las trabajadoras son mujeres.
Las camareras de piso, especialmente perjudicadas
Por eso, no es de extrañar que casi un cuarto de estas se produzcan exclusivamente en hoteles, siendo las camareras de piso las que más lo sufren dentro de ese sector. Según los datos de ICASEL, el 27% de las enfermedades laborales detectadas exclusivamente en el sector hotelero las sufrió este colectivo.
Al problema se añade un considerable índice de recaída tras pasar la enfermedad músculo-esquelética. Galván explicó durante su intervención un caso de una camarera de piso a la que le habían operado en cinco ocasiones del túnel carpiano pero, como al regresar al trabajo volvía a realizar el mismo trabajo sin que la empresa adaptase procedimientos para prevenir enfermedades, volvía a experimentar el problema.
Problema con las mutuas de trabajo
Por otra parte, Galván subraya la problemática con las mutuas de trabajo. Aunque en el 96% de los casos las enfermedades comunicadas se cierran como profesionales, existe un pequeño pero considerable porcentaje de enfermedades que se catalogan como comunes. Según el director de ICASEL, la tensión con las mutuas se origina en torno a este porcentaje, que estas intentan incrementar para dar carpetazo a expedientes dudosos como enfermedades comunes.
En este marco, la paralización de expedientes en ese "limbo" descrito por Galván favorece a las mutuas, pues el proceso se va dilatando en el tiempo. Desde 2017, explica el director de ICASEL, las enfermedades profesionales confirmadas han experimentado un considerable aumento en la provincia de Las Palmas respecto a la de Santa Cruz de Tenerife. No porque haya más casos en general, sino porque el "limbo" se ha reducido. Esto ha ocurrido, según Galván, porque el Instituto Nacional de la Seguridad en el Trabajo (INST) ha hecho un esfuerzo por actualizar expedientes, mientras que en la provincia occidental hay un retraso de más de 2.000.
Por otro lado, el director de ICASEL menciona también la falta de coordinación entre las sociedades de prevención, las mutuas de trabajo y los médicos especializados. Cuando un médico emite un diagnóstico de sospecha, muchas veces lo manda directamente a la mutua de trabajo y esta, como no puede legalmente mandarle esta información a los servicios de prevención, se lo envía a la empresa para que esta lo reenvíe. En este teléfono escacharrado se pierden los expedientes, explica Galván.