Ya es otoño, momento en el que las temperaturas dan tregua y comienzan a bajar, los árboles se tiñen de tonos rojizos y amarillos y los senderos se difuminan por la caída de las hojas mientras la fauna se prepara para migrar y prepararse para el invierno.
Ahora los días comienzan a ser cada vez más cortos, la luz natural se va antes y las noches parecen alargarse, lo que significa que en breve toca cambiar de nuevo al horario invernal no sin antes pasar por el debate anual sobre los pros y los contras de alterar las agujas del reloj el próximo domingo 29 de octubre.
Cambio de hora
Será en la madrugada del sábado 28 al domingo 29 cuando habrá que cambiar el reloj a las 3:00 horas, cuando se retrasará hasta las 2:00 horas. El único día del año que durará 25 horas, para muchos una hora más de descanso.
Fue en 1974 cuando se pensó que el cambio horario ayudaría a hacer frente a la crisis del petróleo y a reducir los costes de electricidad aprovechando la luz solar. En el 2000 la medida se aplicó en Europa de manera indefinida pero a día de hoy hay varios países que no siguen la misma lógica. Rusia, Bielorrusia, Turquía y México en América Latina, no hacen cambios en sus horarios, pero en España parece que aún queda bastante antes de que se una a esa decisión.