Las elecciones sindicales de la provincia de Las Palmas este martes acabaron con un resultado que no estaba en las quinielas. La victoria fue para el sindicato mayoritario de prisiones a nivel nacional, a pesar de no haberse presentado antes en los comicios que engloban a Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote. Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM), con siete representantes conseguidos, logró un éxito repentino con el que están muy satisfechos.
Gonzalo Legazpi, número uno de la candidatura y delegado de TAMPM en Las Palmas cuenta a Atlántico Hoy que han “arrasado totalmente en prisiones en la provincia triplicando el resultado de los demás sindicatos”. Incide en que solo tienen representación en los tres centros penitenciarios Tahiche (Lanzarote), el Salto del Negro (Gran Canaria) y Las Palmas II (Gran Canaria). Admite que para ellos fue una sorpresa y que están encantados. “Una maravilla”, exclama.
Lo más llamativo
Relata que lo llamativo de su victoria es que solo tienen representación en las tres prisiones y en ningún otro sector de la administración como sí ocurre con sindicatos como CSIF o UGT-ACAIP. Entre los funcionarios de la cárcel de Lanzarote, la movilización fue del 65%, en Las Palmas I del 63% y el 72% en Las Palmas II. Aunque a los de Legazpi no solo los votaron funcionarios de prisiones porque, de lo contrario, no habrían alcanzado ese resultado.
Se trata de unos comicios donde acuden a las urnas todos los funcionarios de la Administración General del Estado (AGE). TAMPM sumó 671 votos entre el presencial y el que se mandó por correo. Superó a CSIF por unos votos y quedaron en un empate técnico con siete miembros.
Sus reivindicaciones
Estos números les sirve “para trabajar durante cuatro años en el tema de prevención de riesgos, salud laboral, etc”. “Hemos ganado en prisiones aun teniendo una subida salarial hace 15 días tras un acuerdo alcanzado por ACAIP y CCOO junto con CSIF”, agrega. Comenta que la gente “está descontenta con ese incremento”.
Legazpi asegura que tras haber ganado, la victoria les supone “trabajar por y para todos los compañeros que nos han elegido en este mandato”. “Dignificar esta profesión y trabajar duro estos 4 años que tenemos por delante”, sostiene. Entre sus reivindicaciones está pedir la equiparación de la insularidad con los miembros de la carrera judicial.