El 23 por ciento de los adolescentes reconoce haber sufrido algún tipo abuso cibernético ejercido por su pareja, según un estudio del Grupo de Ciberpsicología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).Esta investigación, que contó con la participación de 341 jóvenes de entre 13 y 18 años con pareja, concluye que el uso diario de la mensajería instantánea y las redes sociales por parte de este sector de la población posibilita que la violencia sobre la pareja continúe e, incluso, se agrave a través de las pantallas.En una nota, UNIR ha detallado este jueves que se trata de un estudio pionero, en tanto que analiza esta situación de manera longitudinal sobre los mismos adolescentes a lo largo de trece meses.Este trabajo -elaborado por investigadores del Grupo de Ciberpsicología de UNIR, junto con la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y la Universidad de Deusto- proporciona evidencia acerca de la prevalencia e incidencia del abuso mediante internet hacia la pareja en adolescentes y cómo afecta a su calidad de vida relacionada con la salud a través del tiempo.Este tipo de violencia sobre la pareja se manifiesta en el control a través de la comprobación de llamadas y mensajes y del acceso y de las redes sociales, así como de las contraseñas personales. También puede expresarse mediante un agresión directa, a través de insultos, humillaciones y amenazas por mensajería instantánea, llamadas o redes sociales.En el estudio se evaluó a los adolescentes en pareja en tres momentos distintos: diciembre de 2017, mayo de 2018 y enero de 2019. En este tiempo se detectó una incidencia acumulada del 15 %, lo que revela que uno de cada ocho adolescentes fue nueva víctima de violencia en su relación a través de las pantallas en el transcurso de la investigación.El estudio refleja que el abuso a través de internet en la pareja afecta a la calidad de vida relacionada con la salud de las víctimas, sobre todo cuando se cronifica. El tipo de violencia más frecuente es el control hacia la pareja, sobre todo en las chicas."Es un problema muy grave que se debe tener en cuenta para proteger a los adolescentes. No normalizar actitudes y conductas inadecuadas en las relaciones de pareja es esencial para que los menores tengan relaciones sanas, basadas en el amor y el respeto, desde el inicio”, ha afirmado Jessica Ortega-Barón, investigadora de UNIR y autora principal del estudio.