Pasa el tiempo y ahí siguen, derrotadas respecto a sus mejores días pero al mismo tiempo invencibles, porque aún se mantienen en pie. Son el legado de un pasado esplendoroso que vive sus horas bajas en el presente pero sigue contándonos historias, como susurros de épocas pretéritas atrapados en sus muros desconchados. Tal vez ahí estriba el mérito de las ruinas, en esa capacidad para sobrevivir a la aparente contradicción entre decadencia y belleza.
Y como todo en este tiempo también hay listas, rankings, números uno y ruinas que no te puedes perder. Según el listado de la revista del portal de excursiones y visitas guiadas Civitatis donde figuran los ocho lugares abandonados más bonitos del mundo, el primer puesto lo ocupa una singular construcción de Tenerife: el Elevador de La Gordejuela.
Esta impresionante edificio que se asoma desde el acantilado al océano Atlántico se erigió en el año 1903 y albergó la primera máquina de vapor que tuvo la isla de Tenerife, cuya utilidad era llevar el agua subterránea para el regadío de los cultivos. Sin embargo esta instalación diseñada por el ingeniero militar José Galván Balaguer estuvo en funcionamiento durante apenas unos años y dejó de usarse a raíz la caída de las exportaciones agrícolas.
Una ruina en un paraje único
Esta edificación, además, se ubica en el paisaje protegido de la Rambla de Castro, uno de los parajes naturales más impresionantes de Tenerife, en el municipio de Los Realejos. Allí se combina la gran riqueza natural del entorno, con una gran diversidad de flora, en la que predominan las palmeras canarias y los dragos, así como la fauna, sobre todo aves como el cernícalo, el herrerillo común, o la pardela cenicienta.
Otros siete lugares abandonados
El listado de ruinas Civitatis se completa con otros siete lugares abandonados, dos de ellos en España. Entre ellos figura el pueblo zaragozano de Belchite, testimonio del horror de la Guerra Civil, o el pueblo cacereño de Granadilla, popularizado a raíz de la película Átame de Pedro Almodóvar.
También aparecen en este ranking de ruinas el castillo Bannerman de Nueva York, levantado en la isla de Prollepel al estilo de las construcciones medievales; el Faro Rubjerg Knude Fyr de Dinamarca, una torre erigida en terreno arenoso que se asoma a un acantilado en la península de Jutlandia; el poblado de Kolmannskop, en Namibia, cuyas construcciones ha invadido la arena del desierto; una locomotora abandonada en el Salar de Uyuni, en Bolivia; o el pueblo fantasma de Bannack, en Montana.