Un nuevo estudio realizado por el grupo de investigación BIOCON del Instituto Universitario de Investigación en Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (ECOAQUA), perteneciente a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), destaca el papel fundamental que desempeñan los ecosistemas marinos en el bienestar social y económico de Canarias.
La investigación, liderada por Víctor Cordero-Penín, estudiante de doctorado, ha sido publicada en la revista Ecosystem Services y subraya que la salud de los entornos marinos es clave para la calidad de vida y la estabilidad económica de las islas.
Según el estudio, los hábitats marinos cercanos a la costa, como los sebadales, los bosques de algas y los fondos de rodolitos, ofrecen una amplia gama de servicios ecosistémicos (SE) esenciales para la vida cotidiana en Canarias.
Estos ecosistemas no solo proporcionan recursos naturales tangibles, como alimentos y materias primas, sino que también desempeñan funciones vitales como la regulación del clima, la purificación del agua y la protección de las costas contra la erosión. En palabras de Cordero-Penín, estos hábitats son fundamentales no solo para el entorno natural, sino también para la economía turística de las islas.
Impacto por islas
El estudio también analiza cómo el área relativa de los ecosistemas marinos varía entre las islas. El Hierro lidera con un 72% de sus hábitats marinos con potencial para sostener al menos 26 servicios ecosistémicos. Le siguen Lanzarote (45%), La Palma (31%), Gran Canaria (24%), Tenerife (19%) y Fuerteventura (16%). Sin embargo, la degradación de estos hábitats es preocupante: en las últimas dos décadas, se ha perdido hasta el 50% de los sebadales y hasta el 99% de los bosques submarinos de algas en islas como Gran Canaria.
Cordero-Penín también advierte sobre la importancia de los ecosistemas marinos profundos, que aunque suministran menos servicios ecosistémicos (en promedio 17), juegan un papel crucial en la regulación del clima y el reciclaje de nutrientes.
Estos ecosistemas profundos, aunque menos valorados en términos económicos y culturales, son esenciales para el equilibrio global de los océanos. La degradación de estos hábitats podría tener consecuencias catastróficas a largo plazo, señala el investigador.
Presiones y amenazas
El estudio subraya las crecientes amenazas que enfrentan los ecosistemas marinos de Canarias, como la presión del turismo, los vertidos urbanos y el cambio climático. Cordero-Penín advierte que ignorar la conexión entre la salud del mar y el bienestar humano podría desencadenar una crisis ambiental y económica sin precedentes. “Es necesario conservar estos ecosistemas para evitar un impacto negativo irreversible en nuestra calidad de vida”, afirma.
En resumen, la investigación liderada por Cordero-Penín marca un “hito importante” para comprender la relación directa entre la naturaleza marina y el bienestar de los habitantes de Canarias. El mensaje del estudio es claro: cuidar el océano es cuidarnos a nosotros mismos. Los ecosistemas marinos deben ser protegidos si se quiere garantizar la calidad de vida y la sostenibilidad económica de las islas a largo plazo.