Quienes gustan de aullar a la luna llena tienen, más o menos, una oportunidad al mes para hacerlo. Con menor frecuencia, entre tres o cinco veces al año, cuando el firmamento nos brinda uno de los espectáculos más impresionantes que nos ofrecen los astros: una superluna. La de octubre será la tercera superlunas que habremos presenciado este 2024 y será apreciable durante tres noches, desde el 16 al 18 de octubre, si bien la será el la noche del 17 cuando alcance su plenitud.
Para que suceda este evento astronómico deben darse dos condiciones. En primer lugar la Luna debe encontrarse en fase llena y en su punto de órbita más cercano a la Tierra, es decir, su perigeo, lo que nos permite apreciarla con un tamaño más grande del habitual. Aunque todo depende de las condiciones climáticas, será visible desde muchos puntos del archipiélago y además contaremos con tres noches para observarla.
Un cazador, un castor y una Luna Fría
Esta luna llena de octubre es comúnmente conocida como "Luna del Cazador" porque, según la tradición de América del Norte y Canadá, inauguraba una temporada de caza en la que comenzar a guardar provisiones para el invierno cuando, además, las presas potenciales se encontraban en las condiciones óptimas para la caza después de haberse alimentado durante los meses anteriores.
Pero la del Cazador no será la última luna llena del año y, ni siquiera será la última superluna de este 2024 ya que el próximo 15 de noviembre podremos asistir a la "Luna del Castor", que también será una superluna. Más adelante, cuando apenas falten dos semanas para despedir el año y pocos días días antes de recibir oficialmente el invierno, podremos contemplar la denominada "Luna Fría" del 15 de diciembre.
La superluna desde cada isla
Aunque la nubosidad y la lluvia pronosticada para los próximos días -especialmente el miércoles 16 y el jueves 17- podría dificultar la visión de esta superluna, sin duda el cielo ofrecerá oportunidades en forma de claro para apreciar este fenómeno. Por eso, como ocurre en otros eventos astronómicos, la recomendación principal es alejarse de toda contaminación lumínica y buscar un lugar despejado de obstáculos visuales.
Para librarnos de estos impedimentos a la vista, la mejor opción siempre es situarnos en lugares altos de tal manera que, en las islas de mayor relieve, podremos incluso evitar parte de esa nubosidad. Además, al contrario que en los eventos solares, dañinos para la vista, podremos equiparnos con unos prismáticos para contemplar en detalle esta superluna.
Así, a tinerfeños y palmeros no les extrañará que El Teide y el Roque de los Muchachos sean los lugares idóneos para contemplar la superluna, que por algo las instalaciones del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) se encuentran allí. En Gran Canaria, bordeando los 2.000 metros, el Pico de las Nieves es la zona más apropiada.
En La Gomera el Alto de Garajonay y, en El Hierro, el pico de Malpaso, ofrecen altitudes en torno a los 1.500 metros y un entorno de baja contaminación lumínica. Por último, Fuerteventura puede contemplarse desde la montaña de Tindaya, más por sus condiciones de lugar aislado y su significación que por la altura, al igual que ocurre en Lanzarote, donde lo más aconsejable serían los miradores del entorno del Risco de Famara.