La Policía Nacional ha detenido en Gran Canaria a un hombre y una mujer acusados de agredir sexualmente a sus respectivos hijos menores, de cuatro y cinco años, al hacerles partícipes de sus relaciones sexuales y grabarles, unos hechos por los que también se les imputa supuestos delitos de corrupción de menores y pornografía infantil.
Los detenidos, que fueron pareja durante unos meses, hacían participar en sus relaciones sexuales a la hija de ella, de cinco años, "para que aprendiera". Además, la Policía sostiene que él obligaba a su hija de cuatro años a realizar actos sexuales mientras la grababa con su teléfono móvil, de ahí que en el registro de sus dispositivos electrónicos los especialistas hayan localizado muchos documentos de pornografía infantil.
Destapar la liebre
La Jefatura Superior de Policía de Canarias ha informado este jueves de que en 2021 un hombre que se identificó como perito informático alertó de la existencia de un canal de una red social en el que se vendía material de pornografía infantil. Para probar su denuncia, aportó 500 archivos que logró descargar de dicho canal.
Los especialistas pudieron determinar que el supuesto perito había consumido parte de ese contenido, por el que había realizado pagos al responsable del canal, por lo que desde ese momento se convirtió en investigado.
Por sus conocimientos en informática forense y sabiendo que las descargas que había realizado no eran seguras, decidió poner los hechos en conocimiento de la Policía Nacional para tratar de evadir responsabilidades penales, recalca en su nota la Jefatura.
Una denuncia
En junio de 2022, la Policía Nacional recibió otra denuncia interpuesta por la expareja del investigado, en la que le acusaba de haber agredido sexualmente a su propia hija cuando ésta tenía cuatro años de edad.
La mujer detallaba en esa denuncia "cómo la menor fue obligada durante meses a realizar actos de índole sexual, mientras" su expareja "lo grababa todo con el teléfono móvil para enviarle los vídeos a un supuesto psicólogo experto en niños rebeldes". Tras la acusación de su exnovia, el hombre fue detenido y puesto a disposición de la autoridad judicial, quien decretó de manera inmediata su ingreso en prisión.
La punta del iceberg
Los investigadores llevaron a cabo un registro en el domicilio del arrestado, donde fueron intervenidos cinco teléfonos móviles, 27 unidades de almacenamiento extraíble, cinco discos duros y cinco datafonos. Un análisis exhaustivo del material intervenido permitió a los especialistas informáticos de la Policía Nacional localizar más contenido de pornografía infantil en los dispositivos intervenidos en el registro, concretamente más de 100 archivos de producción propia y alrededor de 150 archivos de pornografía infantil (en torno a 15 Gigabytes).
Numerosos vídeos mostraban al arrestado junto a una mujer y a una niña de muy corta edad, aproximadamente de unos cinco años, realizándole actos de contenido sexual. Las pesquisas permitieron identificar a la mujer, expareja sentimental del mismo, quien enseñaba en numerosos vídeos a su propia hija a realizar actos sexuales con él y a practicarlos igualmente.
La investigación policial culminó con la detención de la mujer, como presunta autora de los delitos de agresión sexual y corrupción de menores. Una vez puesta a disposición de la Autoridad Judicial, se decretó también su ingreso en prisión.