La Policía Nacional ha detenido a una mujer, propietaria de dos sex shop en Tenerife, como presunta autora de un delito contra la salud pública. Al parecer, en los locales se vendían compuestos químicos cuyo consumo podría originar afecciones cardíacas.Además, la Policía investiga a cuatro personas más en relación con estos hechos. En este sentido, detalla en un comunicado que en los establecimientos, ubicados en Arona y La Laguna, presuntamente se distribuían sustancias prohibidas para la venta al público a estar restringida su disponibilidad al control médico.
La investigación se inició cuando agentes de la Policía Nacional tuvieron conocimiento de que establecimientos destinados a la venta de productos eróticos de la isla podrían estar dispensando sustancias prohibidas a sus clientes.En el registro de los establecimientos se intervinieron 53 botes de "popper", un compuesto químico en estado liquido que produce taquicardia, con un alto riesgo de intoxicación por la tolerancia que puede generar.Igualmente, en dichos registros, fueron intervenidos 57 comprimidos de sildenafilo, un compuesto químico en forma de pastilla para tratar la disfunción eréctil y que, ingerido sin control médico, podría causar diferentes afecciones cardíacas.Al parecer en los locales se vendían compuestos químicos cuyo consumo podría originar afecciones cardíacas