La Guardia Civil ha detenido hoy en Güímar al presunto autor de la pedrada al helicóptero que estaba repostando para continuar con sus labores de extinción contra el incendio forestal de Tenerife. El detenido podría enfrentarse a un delito de daños o, incluso, a uno contra la seguridad aérea —aunque, según fuentes de la Guardia Civil, esto no se puede confirmar aún porque se están instruyendo las diligencias—.
El fuego comenzó el pasado 15 de agosto y lleva ya una semana manteniendo en vilo a la ciudadanía tinerfeña. El incendio, que ya se ha confirmado que ha sido provocado, se ha convertido en uno de los más duros de la historia del archipiélago. Ya ha quemado 14.878 hectáreas con un perímetro de 88,5 kilómetros y 12 son los municipios afectados por el mismo.
Daños
Los días se han convertido en eternos para los tinerfeños evacuados y para todos aquellos que miran hacia el monte con el dolor y la tristeza que supone ver la isla arder. Y, si los medios de extinción ya parecían insuficientes para hacer frente a este monstruo, hoy uno de los helicópteros que trabajaba en la extinción ha quedado inoperativo tras una pedrada.
El medio aéreo, que forma parte del equipo del Cabildo de Tenerife, recibió un impacto en el motor de cola mientras repostaba en Güímar. Aún se desconocen los motivos que llevaron a esta persona a causar los daños, pero la presidenta de la Corporación insular, Rosa Dávila, explicó en rueda de prensa que se cree que ha sido a causa de los bulos que corren por redes sociales y fuentes no oficiales sobre el hecho de que el agua para apagar el incendio no se va a recuperar y va a suponer la pérdida de las plantaciones agrícolas.
No obstante, todos los medios de extinción cuentan con un GPS que monitoriza la zona donde han repostado y, a su vez, la cantidad de agua para poder compensar al dueño del estanque.