No hay mejor manera de ayudarnos a salir de esta pandemia que cumpliendo con las medias adoptadas por el Gobierno de Canarias. @SanidadGobCan@PresiCan@AdmPcasGobcan pic.twitter.com/zIcrMrt1sT
— C.G. Policía Canaria (@CGPCanaria) September 24, 2020
La Policía Local de Santa Cruz de Tenerife ha intervenido en un bar que funcionaba a puerta cerrada en el que había más de cuarenta personas consumiendo y compartiendo pipas de agua, sin mantenerse las normas sanitarias y en el que había un niño de cinco años durmiendo.La intervención, desarrollada por agentes de la Unidad Operativa, apoyados por integrantes de la Unidad de Intervención Policial (Unipol), se produjo en la madrugada del sábado al domingo, sobre las 01.30 horas, y ante la negativa de la encargada a abrir la puerta, fue necesario solicitar el apoyo de Bomberos de Tenerife, ha informado el Ayuntamiento en un comunicado."Tras abrir la puerta el servicio de bomberos y debido a la actitud hostil del público allí reunido, entraron al recinto los miembros de la Unipol y de la Unidad Operativa", relata el Ayuntamiento.Se comprobó que el bar estaba funcionando plenamente e incluso que había clientes compartiendo shishas (pipas de agua), muchos sin mascarilla y sin respetar la distancia preventiva de seguridad.Los agentes comunicaron a la titular del negocio los incumplimientos detectados en cuanto al aforo, horario de cierre y riesgos para la salud pública e identificaron a los clientes que mostraron una actitud más hostil y se negaban a asumir las normas preventivas.