La declaración de emergencia hídrica viene a agilizar las acciones que se desarrollarán en Tenerife con el fin de paliar las consecuencias que está dejando la sequía en la isla. A pesar de ello, en casos como la llegada de desaladoras portátiles no se espera que sea una solución inmediata para este verano.
El secretario general de Asaga Canarias Asaja, Theo Hernando, señala a Atlántico Hoy que no ven esa solución como inmediata debido a que “necesitan una preinstalación de los pozos absorbentes y de salmuera, que en muy pocas zonas está, por lo que no es fácil de hacer y puede llevar una actuación de meses”.
El 25 de abril se anunciaba que en breve se publicaría en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) el documento técnico para la declaración de emergencia hídrica, el cual estima 77 actuaciones. Desde el Cabildo de Tenerife apuntan que dicho documento está enviado y pendiente de que se publique en el Boletín, por lo que se prevé que sea en estos días. El periodo de alegaciones será de cinco días y se resolverán en el caso de que haya para posterior declarar la emergencia a través del decreto. En este sentido, desde la institución insular puntualizan que hasta que no esté declarada, no se puede hacer ningún tipo de obra.
A la espera
Desde el sector valoran que la emergencia hídrica resolverá muchos asuntos en cuanto a instalaciones que por la vía normal tardarían más tiempo. Hernando explica así que lo inmediato es que aumente la capacidad de producción de algunas desaladoras y depuradoras de manera puntual para aportar algo más de agua para las balsas, pero asegura que "también estamos teniendo problemas de calidad del agua con conductividad eléctrica muy alta que daña los cultivos".
En base a ello añade que ahora mismo "no se está haciendo ninguna obra de las contempladas para antes de verano, aunque sí nos comunicaron que algunas depuradoras y bombeos van a finalizar la obra en junio, pero son proyectos anteriores”.
Preocupación por los cultivos
Actualmente hay una preocupación generalizada por los cultivos en vistas al verano. A pesar de que marzo y abril han dejado precipitaciones en el Archipiélago, las lluvias no han sido suficientes para paliar todo lo acumulado en invierno. El tercer mes de 2024 tuvo un carácter húmedo en Canarias, según el balance de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Sin embargo, marzo por ejemplo no consiguió romper la tendencia de ser un mes más caluroso de lo normal. En invierno, Canarias solo tuvo 12 días en los que no había polvo en suspensión, es decir, calima.
Esta sequía afecta a cultivos, sobre todo a cosechas como la papa, cuyos meses fuertes son de abril hasta más o menos julio. Las situaciones de calor hacen que baje la producción, así como el calibre, por lo que se espera que disminuya la cantidad de papa local. A pesar de ello, no se espera que se de la situación del año pasado, pero sí que haya que depender de las importaciones.