La peregrinación de farmacia en farmacia en busca de algún medicamento es algo que se ha convertido en demasiado frecuente. La alta demanda y la escasez de producción llevan a una ausencia de medicinas que, en muchas ocasiones, se solventa con una con los mismos compuestos o preparación paralela.
La propia Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) explicó en enero de este año que existen más de 621 fármacos que tienen problemas de suministro. Es decir, el 3,42% sobre el total de más de 32.200 medicamentos registra desabastecimiento. Respecto a esto, las suspensiones pediátricas orales de Amoxicilina es de las últimas pruebas que demuestran las dificultades relacionadas con el suministro en las farmacias.
Desabastecimiento
El problema de desabastecimiento se debe a diferentes factores y no solo se presenta en Canarias o España, es a nivel mundial. El aumento de las infecciones respiratorias, la inflación o la globalización —que hace que en muchas ocasiones se fabrique los medicamentos en un solo sitio— han hecho que la producción de antibióticos se quede corta. “Normalmente, son antibióticos muy sencillos, como la Amoxicilina, que se dan a los niños porque estos no han desarrollado la resistencia que podemos presentar los mayores”, explica Loreto Gómez, presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Las Palmas. “Pero se han quedado en falta y, en algunos momentos, por razones tan irónicas como la falta de envases. Es decir, estaba el antibiótico y no el embalaje”, aclara.
La preocupación sobre la falta de antibióticos tiene su sentido, “pero la mayoría de las veces hay alternativas”. Desde noviembre se está haciendo un seguimiento especial sobre esta falta de antibióticos y a finales de este año, “la AEMPS nos capacitó para poder hacer un cambio de presentación —es decir, coger un comprimido de 500 mg y dispensar eso cuando venían con receta de un jarabe de 250 mg—. El problema aparece cuando los niños son menores de seis años para los que la dosificación es menor".
Los medicamentos más baratos
Cuando se produce un desabastecimiento, España está al final de la lista porque es de los países que más bajo pagan el medicamento. “Esto hace que si una farmacéutica puede ganar, por ejemplo, 20 euros en Suiza o 15 en Alemania, no va a ganar dos en España”. Por tanto, si la producción es limitada, “vamos a ser los últimos que podamos acceder a comprar”.
En Canarias se une, por otro lado, la situación ultraperiférica. “Las cooperativas farmacéuticas que trabajan aquí tienen un stock mayor que en la península y tienen unas reservas de dos o tres semanas. Entonces, nuestro desabastecimiento tarda dos o tres semanas en producirse, pero luego, cuando hay reabastecimiento, también tarda un poco más también", expone Gómez.
Comunicación médico/farmacéutico
La coordinación entre médicos y farmacéuticos “es algo que se pide porque es lógico que los distintos actores alrededor de una receta médica estén conectados”. Prescriptor y dispensador deben ir de la mano y en la provincia de Santa Cruz de Tenerife ya se está desarrollando un proyecto piloto de comunicación directa entre el centro de salud y las farmacias de alrededor. “Tiene que haber un sistema institucionalizado porque lo único que tenemos es a pacientes peregrinando de una farmacia a otra y cuando ya han recorrido cinco o seis, vuelven al médico a que le cambien la receta”, se queja la presidenta del colegio provincial.
Loreto Gómez afirma que los profesionales de farmacia están capacitados para hacer mucho más. “Podríamos cambiar presentaciones de comprimidos a sobres o de comprimidos a cápsulas. El abanico de situaciones excepcionales es mucho mayor que la amoxicilina”, defiende.